La crisis haitiana empeoró críticamente en 2023. Informes de la ONU indican que en 2023, más de 4.789 personas fueron asesinadas, 1.698 heridas y 2.490 secuestradas, con una tasa de homicidios en 2023 de 40,9 por 100.000, más del doble de la tasa de 2022.
Además de estas cifras, la naturaleza de los actores criminales se ha transformado profundamente, planteando una serie de desafíos a la intervención internacional.
En los últimos años, las pandillas han experimentado una evolución radical, pasando de ser actores bastante desestructurados y dependientes de recursos proporcionados por el patrocinio público o privado a empresarios violentos que han podido convertir su poder territorial en capacidades de gobernanza. Este cambio ha sido impulsado por el acceso sin precedentes de las pandillas a las armas de fuego y la incapacidad del Estado haitiano para detener su expansión, profesionalización y propensión a imponer su dominio en territorios cada vez más grandes, así como por la continua colusión de elementos del poder político y político del país. élites económicas.
En octubre de 2023, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) adoptó una resolución que autorizaba una misión multinacional de apoyo a la seguridad (MSS) ajena a la ONU en Haití. Después de largas negociaciones, el gobierno de Kenia acordó liderar el despliegue para apoyar a la Policía Nacional de Haití (PNH) a abordar la violencia de las pandillas y restablecer la seguridad. Sin embargo, la operación planeada está actualmente siendo impugnada en los tribunales de Kenia. Esta resolución se produjo después de que el Consejo de Seguridad de la ONU acordara un régimen de sanciones para Haití en octubre de 2022 y la posterior imposición de sanciones a líderes de pandillas, empresarios y políticos clave. Las sanciones de la ONU se han complementado con designaciones unilaterales emitidas por Canadá, Estados Unidos y la Unión Europea (UE). Además, la ONU impuso sanciones a los líderes de las pandillas en diciembre de 2023 a medida que se aceleraban los preparativos para el despliegue del MSS.
Las actuales iniciativas de la ONU sobre Haití potencialmente auguran un nuevo enfoque internacional sobre cómo abordar a los actores del crimen organizado tanto desde una perspectiva de seguridad como de derechos humanos. Por lo tanto, garantizar que las herramientas internacionales sean efectivas para mitigar el daño causado por las pandillas en Haití es de vital importancia para la gente del país y la comunidad internacional.
Por lo tanto, las diversas herramientas internacionales deben adaptarse a la dinámica criminal y de violencia en rápida evolución sobre el terreno e implementarse de manera estratégicamente coordinada.
Este informe de política tiene como objetivo promover los esfuerzos para adaptar tanto la misión del MSS como el régimen de sanciones a los desafíos operativos actuales en Haití, apoyar a los tomadores de decisiones haitianos e internacionales en su misión y brindar respaldo estratégico a la sociedad civil del país.
Comienza detallando la situación actual sobre el terreno, incluidas las operaciones, la gobernanza y la dominación territorial de las pandillas y otros grupos violentos. La siguiente sección describe el mandato y las operaciones de las dos principales herramientas internacionales: el régimen de sanciones y la misión MSS. La tercera sección señala cuestiones clave que deben ser consideradas tanto por el régimen de sanciones como por la fuerza internacional y presenta oportunidades para alinear ambos de manera más integral para fortalecer las respuestas de seguridad pública y las iniciativas de políticas públicas para resolver la crisis.
Este informe es la primera de varias publicaciones previstas sobre la economía política de la violencia en Haití y la cooperación internacional que busca erradicarla. Le sigue un informe de 2022 sobre la evolución de las pandillas y un informe de 2023 sobre la violencia de género en el país.