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Noticias | José Luis Soto

La pérdida de sus hábitats naturales, el uso de pesticidas y los efectos del cambio climático han incidido en la reducción de la población de mariposas, asegura el ingeniero Kelvin Guerrero, entomólogo (especialista en insectos) del Jardín Botánico Nacional “Doctor Rafael María Moscoso”.

 El experto informó que esa situación ha motivado la creación de mariposarios, que son lugares donde las personas acuden a conocer más de esos insectos y a recrearse con su vuelo en cautividad. Él ha participado en el diseño de los cuatro mariposarios que existen en el país, que están localizados en Manatí Park (Bávaro), en Rancho Baiguate (Jarabacoa), Gato (Bayahibe) y en el Jardín Botánico.

Al participar en el programa Cuidando el Huerto, Guerrero informó que si bien cada mariposario produce sus propias mariposas en finquitas de hospederos, el modelo ideal es el que gente de las comunidades críe pupas o crisálidas para los mariposarios. Dijo que las mariposas también se venden para eventos como bodas, costando una docena de coloridas mariposas entre 25 y 50 dólares.

El especialista indicó que “en Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Colombia y México, gente de las comunidades tienen sus finquitas con cultivos hospederos para la cría de los gusanos y cuando se convierten en pupa los mandan a los mariposarios. Es un negocio muy remunerativo y muchos de los mariposarios de Europa y Estados Unidos, y algunos de Asia, básicamente se suplen de las especies tropicales”.

Puso de ejemplo que en el Salvador y Costa Rica hay granjas de crisálidas o pupas que venden cada semana entre 800 y mil crisálidas a un mariposario de México en el que nacen cada día 120 nuevas especies.

En una entrevista con los productores y conductores del programa, Paíno Abreu y Bernabé Mañón Rossi, dijo que en el país hay unas 200 variedades mariposas diurnas, que son las que poseen múltiples colores, y unas 900 nocturnas, que no son atractivas para esos fines porque no son coloridas y no vuelan en el día, sino que se posan en las paredes.

Refirió que esas son de interés para colecciones científicas y de referencia en museos y para coleccionistas individuales, pudiendo venderse “un individuo disecado entre 5 y 10 dólares”.

Guerrero aclaró que el negocio no consiste en capturar mariposas sino en criarlas en fincas con cultivos hospederos. “No es que vamos a ir por ahí a recoger mariposas, porque eso impacta ecosistemas de poblaciones locales. Es que usted tengan su granja y las produzca, lo que ayuda a mantener las poblaciones silvestres”, dijo.

Destacó la importancia de la función de la mariposa, pues mantiene la biodiversidad, ayuda a la polinización y sirve de alimento a otras especies, aunque indicó que también se pueden constituir en plagas cuando reducen la capacidad de producción del cultivo hospedero. Entre las mariposas que entran en esa categoría citó el gusano de la yuca, el hospedero de los cítricos y la mariposa del limonero.

 

El programa “Cuidando el Huerto” se transmite cada semana a través de la Corporación Estatal de Radio y Televisión (CERTV), de 11 a 12 del medio día.