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Noticias | José Luis Soto

Cada vez resulta más evidente la desconfianza de las élites ante eventuales conmociones sociales provocadas por la desigualdad económica y social, razon por la que compran escondites en los países más tranquillos.

 

Durante el Foro de Davos celebrado la semana pasada, el experto Robert Johnson subrayó en una entrevista a RT que en el marco de las protestas sociales, como las deFerguson en EE.UU., los ricos compran sus propios aviones, sus propias pistas de aterrizaje y adquieren terrenos en países como Nueva Zelanda para protegerse. Entre estos destaca, por ejemplo, James Cameron, que en 2012 anunció que se mudaría a Nueva Zelanda. Incluso la familia del ex presidente estadounidense, George Bush, presuntamente compró un terreno en Paraguay en 2006, informa el portal 'Infowars'.

Esta tendencia fue anticipada hace años por el analista político y exconsejero de Seguridad Nacional del presidente estadounidense Jimmy Carter, Zbigniew Brzezinski, explica el portal.

Según Brzezinski, el aumento de la desigualdad de los ingresos, la falta de respeto y la explotación son factores principales de lo que él llama "el despertar político global", que amenaza el poder de las élites actuales. Disturbios civiles derivados de los problemas económicos han sido pronosticados para 2016 por el economista Martin Armstrong, que en su día predijo el Lunes Negro de 1987, así como el colapso financiero ruso de 1998.

La desconfianza en el Gobierno de EE.UU. y otros países occidentales alcanzó sus mínimos históricos, debido tanto al "crecimiento de la corrupción, la alienación social y la ausencia de sentido de comunidad", aumentando el riesgo conmociones, explica el portal. El riesgo crece aún más por la caída de los salarios y la brutalidad policial. En este sentido, la decisión de los ricos de asegurarse salidas de emergencia no significa que quieran abandonar el poder, sino una garantía en caso de posibles desórdenes domesticos, concluye.