La crisis social y política por la que atraviesa Haití en estos momentos, interpelaalacomunidad de naciones, a acudir en su auxilio.
La gravedad de la actual etapadelacrisis por la que atraviesa Haití, indica que no la puede superar sola. Es por todo conocido, las carencias que impiden a las grandes masaspopulareshaitianas subsistir.
El pueblo haitiano no puede acceder a productos básicosdeprimera necesidad, tal como lo es la alimentación, suministrosmédicos,combustibles, etc.
Esta situación se ve agravado por la toma de importante segmentos del territorioHaití por bandas armadas que siembran el terror, asesinan a lapoblaciónimpunemente, secuestran, violan, etc.
La incapacidad de las actuales autoridades no requiere de discusiónespecial. Laprincipal falencia de los actuales dirigentes haitiano es la imposibilidad degeneraryencabezar un dialogo inter-haitiano. Los dirigentes haitianos no hanmostradocapacidad de poner a disposición de la población los servicios básicos parasobrevivir. Servicios tan básicos como los de salud y educación, no funcionanenHaití.
Haití requiere de planes de corto, mediano y largo plazo, para poner enmarchaestrategia de progreso autóctono. La comunidad Internacional debeayudaral pueblo haitiano a diseñar e implementar una estrategia, que oriente al paíshacialaestabilidad, que permita que de una vez y por toda Haití tome el caminohaciael desarrollo.
Poner en funcionamiento, los mecanismos institucionales que garanticelaparticipación de la población en la toma de decisiones. Haití requiere acompañamiento para poner en funcionamiento, mecanismosdeseguridad, que permite combatir y eliminar las bandas armadas, fortalecer lasestructuras policiales institucionales, capacitar y equipar unas fuerzasarmadas,hasta que esta adquieran la capacidad de proteger el territorio haitiano, susoberanía y su integridad. Haití no requiere de una invasión de fuerzas militares extranjeras.
Lasfrustradasintervenciones de la ONU a través de su MINUSTHA, dejó un mal sabor enla población haitiana. Un acompañamiento a la Policía Nacional de Haití (PNH) yalasFuerzas Armadas de Haití (FADH), por fuerzas policiales y militares elitesdepaíseslatinoamericano, que ayuden a capturar y desmantelar las bandas armadasessuficiente y una capacitación especial a las fuerzas haitianas. Luego, el apoyo debe ser técnico-político, para preparar los recursos humanosylosmedios logísticos para seguir. Es hora de solidaridad con el pueblo de Haití.
La solidaridad de todos loshermanosde Latinoamérica. Esta solidaridad incluye a Republica Dominicana, el vecinomáspróximo de Haití, la cual debería valorar una moratoria en las deportaciones, desdesu territorio hacia Haití.
Por la Dirección de la REDH-JV Joseph CHERUBIN
Manuel de Js. DANDRE Coord.
REDH- J. Viau Dir. Ejecutivo REDH-JV