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Cultura y sociedad |

Las emergencias y los desastres humanitarios se multiplican en el mundo, con consecuencias terribles para las vidas humanas y acabando a veces por completo con años de desarrollo.

En 2015, en América Latina y el Caribe, 13,2 millones de personas se vieron afectadas por sequías (6.682.975), epidemias (3.511.420), lluvias e inundaciones (2.067.127), heladas (599.523), emergencias ambientales (206.475), y otros fenómenos (189.532).

 Esta cifra sobrepasa el número de personas afectadas en el año 2014 (11,4 millones).

En América Latina y el Caribe existen más de 29.000 estaciones de radio. Su presencia es una ventaja en situaciones de emergencia: llegan donde físicamente no se puede llegar cuando el tiempo apremia. Las radios comunitarias son un ejemplo. Entre las ruinas y ante una emergencia, la radio suele ser el primer medio de supervivencia. Su alcance facilita o posibilita la recuperación y asistencia de víctimas, permite la conexión y el nexo entre espacios incomunicados por destrucción de infraestructura. Este servicio es posible gracias quienes hacen radio o trabajan con ella. Irina Bokova, Directora General de la UNESCO, destaca que “la radio reposa en los periodistas, que se encuentran entre los primeros en acudir al lugar de los hechos, para dar testimonio y hacer oír la voz de los agentes y las víctimas, a fin de fomentar la sensibilización y la movilización esenciales para la acción humanitaria eficaz.”

Hoy, a más de 100 años de su creación, aun ante un incremento acelerado de tecnología, la radio se adapta, mantiene su vigencia y confirma su aceptación. Desde entonces, logra proximidad gracias a su simplicidad de operación y a su bajo costo. Socorre, acompaña, promueve la convivencia pacífica, el encuentro entre personas y culturas, el debate ciudadano. Para Lidia Brito, Directora de la Oficina Regional de Ciencias de la UNESCO para América Latina y el Caribe,“es muy importante que la radio haga su trabajo y sea accesible a todos. La radio es información, la radio es entendimiento, la radio es principalmente un derecho a la información y a la libertad de expresión.”

La UNESCO trabaja incansablemente por la libertad de expresión, el acceso a la información, la promoción del debate público y la seguridad de los periodistas como herramientas de fortalecimiento de la democracia en América Latina y el Caribe, así como en todo el mundo. Paralelamente, desarrolla y establece sistemas de alerta temprana de tsunamis, inundaciones y sequías, además de sistemas de vigilancia de los terremotos y desprendimientos de tierras. Proporciona además asistencia técnica para todos los tipos de riesgos. Este año, con motivo del Día Mundial de la Radio (13 de febrero), ambos esfuerzos se cristalizan en la promoción y defensa de la radio en situaciones para salvar vidas.

En este día, la UNESCO hace un llamamiento a las autoridades públicas y los agentes del desarrollo y la acción humanitaria para que refuercen los lazos entre la radio y la respuesta de emergencia, de modo que la voz de los hombres y las mujeres, víctimas, socorristas y periodistas, que escuchamos en esos momentos a través del transistor, el teléfono móvil o el ordenador, sea la voz de la vida y de la esperanza.