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Opinión | Amy Goodman y Denis Moynihan:

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha adoptado el término “Bidenomía”, a pesar de que originalmente este fue utilizado de manera despectiva por polemistas de medios donde se propaga el fanatismo de extrema derecha como el canal Fox News, las páginas editoriales del periódico The Wall Street Journal y otros nichos mediáticos afines al MAGA, el ala del Partido Republicano que respalda a Trump.

Biden se refirió a la “Bidenomía” en un discurso que pronunció este miércoles, en el que se atribuyó el buen estado de la economía estadounidense. En el comienzo de su alocución, el presidente hizo mención a la descripción que el gran poeta estadounidense Carl Sandburg hizo en 1916 de Chicago, a la que llamó la “ciudad de los hombros anchos”, en honor a la vigorosa y enérgica fuerza laboral de la región. Si bien los datos económicos conocidos recientemente pueden ser motivo de inspiración poética para Biden, también ocultan el sufrimiento de millones de estadounidenses atrapados en la pobreza.

Este 19 de junio, en la ciudad de Washington D.C., la Campaña de los Pobres realizó un Congreso de Acción contra la Pobreza Moral. Al inaugurar el congreso, el obispo William Barber le pidió a la audiencia que repitiera con él: “La pobreza es una sentencia de muerte en Estados Unidos y ya no nos callaremos más”. Barber acababa de jubilarse tras servir durante 30 años como pastor activista de la Iglesia Cristiana Greenleaf de la ciudad de Goldsboro, en el estado de Carolina del Norte. Luego de liderar las históricas marchas del Lunes Moral frente a la legislatura de Carolina del Norte en 2013, Barber cofundó la Campaña de los Pobres, que toma su nombre del movimiento impulsado por el reverendo Martin Luther King en 1968, que se vio truncado por su asesinato. Barber, cuya voz profunda y estilo retórico se comparan a menudo con los de King, aboga por una “Tercera Reconstrucción”, que permita generar el poder político necesario para mejorar las vidas de las personas pobres y de bajos ingresos.

La primera reconstrucción tuvo lugar después de la Guerra Civil estadounidense, entre los años 1865 y 1877, momento en que las fuerzas armadas federales se retiraron de los antiguos estados confederados. Esto abrió paso a un siglo de terrorismo y opresión perpetrados por los defensores de la supremacía blanca, que contaron con la ayuda del grupo extremista Ku Klux Klan. La segunda reconstrucción se produjo en las décadas de 1950 y 1960, con los logros alcanzados por el movimiento por los derechos civiles.

En colaboración con las congresistas demócratas Barbara Lee, del estado de California, y Pramila Jayapal, del estado de Washington, el obispo Barber está impulsando la Resolución 532 de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, denominada “La Tercera Reconstrucción: Abordar completamente la pobreza y los bajos salarios de abajo hacia arriba”.

En conversación con Democracy Now!, Barber señaló: “[En la resolución] se plantean 20 políticas. ¿Tiene el Congreso la voluntad —humana, moral, no demócrata o republicana— de abordar de manera decidida la erradicación de la pobreza y de otros sistemas de injusticia que pueden ser combatidos? Las muertes [a causa de la pobreza] son evitables y constituyen un asesinato político”.

El argumento de Barber se basa en el sombrío hecho de que la pobreza es la cuarta causa de muerte en Estados Unidos. La desigualdad económica está en su punto más alto, como se detalla en las cartillas informativas publicadas por la Campaña de los Pobres en colaboración con el Instituto de Estudios Políticos. La riqueza de las personas multimillonarias se incrementó en 1,5 billones de dólares en los últimos dos años, mientras que, tras la cancelación de los programas de ayuda financiera por la pandemia, la pobreza está en aumento. El crédito tributario por hijos redujo a la mitad la pobreza infantil en Estados Unidos. La cancelación de esta ayuda ha sumido a 3,5 millones de niños y niñas nuevamente en la pobreza. Por primera vez, solo en la ciudad de Nueva York, más de 100.000 personas viven en refugios para personas sin techo.

En la entrevista que mantuvo con Democracy Now!, Barber agregó: “Los salarios dignos podrían detener las muertes. La atención sanitaria [universal] podría detener las muertes. Los créditos tributarios por hijo podrían detener las muertes. Redireccionar el dinero que se destina a la industria de la guerra podría detener las muertes. [La salvaguarda de] los derechos electorales podría detener las muertes”.

Barber promueve una “política de fusión”, que tiene como objetivo incluir a personas de diversas razas, etnias y clases en un activismo colaborativo de base.

“Para el 2024, estamos planeando llevar a cabo 30 importantes movilizaciones no violentas en capitolios estatales. Para el 15 de junio de 2024, estamos organizando una gran Marcha Moral de los trabajadores de bajos salarios y de los pobres en la ciudad de Washington D.C. Y, para las elecciones [presidenciales de 2024], vamos a movilizar a los 87 millones de personas pobres y de escasos recursos de este país. Las personas pobres y de bajos ingresos representan actualmente más del 30% del electorado, en general, y más del 40% del electorado en los estados disputados. En la mayoría de los lugares, esas personas no votan porque sienten que el sistema las ha abandonado”.

En la inauguración del Congreso de Acción contra la Pobreza Moral, Barber —al igual que Biden— evocó a otro reconocido poeta estadounidense, Henry Wadsworth Longfellow, y recitó versos de su poema “El salmo de la vida”. Esta obra poética incluye una de las premisas de Longfellow: “actuar para que cada amanecer nos encuentre más lejos que hoy”.

En el mismo libro que contiene el poema “Chicago”, Carl Sandburg, quien creció en la pobreza y defendió a la clase trabajadora a lo largo de toda su vida, incluyó otro poema que aborda los constantes ataques contra los trabajadores y el poder que tienen las masas cuando son movilizadas. Sandburg escribió:

“Yo soy el pueblo, la muchedumbre, la multitud, la masa.

¿Saben que todas las grandes obras del mundo las realizo yo?”.

En el siglo que transcurrió desde que se publicaron estos poemas de Sandburg, el pueblo estadounidense se ha levantado muchas veces para exigir cambios. Los próximos años no serán diferentes. Que sea como el obispo Barber y quienes comparten su causa reafirman en cada mitin: “Siempre hacia adelante, nunca hacia atrás”.