Al cumplirse un mes del fallecimiento de mi amado hermano Ángel Pichardo Almonte reproduzco la guía que elaboré para el panegírico, frente sus restos en el cementerio de la avenida Máximo Gómez, antes de llevar su cadáver a su última morada. Palabras que nunca hubiera querido pronunciar.
Por un asunto de tiempo y debido a que me extendí citando algunas facetas de su vida fuera de la guía, hubo puntos que no pude abordar; pero por su importancia publicamos íntegro ara que se tenga una idea de la dimensión humana, política y profesional de un hombre que dedicó su vida a la lucha por la felicidad del pueblo dominicano.
Tu hermano del alma, mi familia, mi compañera, tus sobrinos y tu sobrina, seguimos extrañándote y a veces han surgido situaciones que de repente decimos “llamemos a Ángel”, porque siempre estuviste con nosotros en todas las situaciones y viceversa y todavía no nos acostumbramos a tu ausencia.
A continuación la guía del panegírico
El ser humano
Ángel fue un ser humano excepcional, con virtudes y errores y como él mismo se definió, un ser en proceso de construcción y así decía que quería que lo recordaran, y no solo por sus cualidades.
Fue un amigo leal, que se entregaba de forma incondicional, a sus amigos, amigas o hermanos y hermanas como siempre nos llamaba, a quienes les rodeamos. Dotado de una gran sensibilidad ante el dolor ajeno. Nunca fue indiferente ante las necesidades de los y las demás.
A veces un ser un poco rabioso, siempre trataba de enseñarle a controlar sus impulsos, en algunos momentos que se indignaba.
Amoroso: el amor al prójimo era la plataforma de todas sus acciones y lo plasmó en el título de una de sus obras “Reflexiones cotidianas, Ser humano que ama transforma”.
Solidario: Compartía lo poco que tenía con quien lo necesitara (comida, dinero, ropa, sus conocimientos). Se trasladaba donde sea a llevarle una ayuda o colaboración a un compañero o compañera o a cualquier persona del pueblo.
Un gran profesional: Tenía un gran dominio y conocimientos de las áreas profesionales en las que incursionó, incluida su condición de médico holístico o naturista.
Como médico holístico siempre denunció el gran comercio de atención a las enfermedades del Complejo Industrial Farmacéutico. En ese sentido, escribió en su libro “Revolución Cotidiana, Espiritualidad y Política”: “Las enfermedades que afectan principalmente a los pobres se investigan poco y las enfermedades que afectan sólo a los pobres no se investigan nada”.
Rompió con el paradigma burgués dominante, que opera en los distintos niveles, desde la concepción de la salud, los medios de realización del diagnóstico, hasta las formas que determinan el tratamiento para las enfermedades.
También criticó el paradigma hegemónico de la salud.
Durante la pandemia de la COVID19 elaboró una fórmula con plantas medicinales, que con el financiamiento de Faprouasd distribuyó gratuitamente en diferentes barrios del Distrito Nacional, en momentos de los toque de queda y en envases de calidad, con todas las normas de un medicamento.
Como profesional también fue sociólogo, maestro, maestro de maestros y muy exigente con sus clases.
Facilitador de cientos de talleres en el país y en otros escenarios internacionales, en los cuales se les reconocían sus grandes aportes y méritos en el tema de las masculinidades, género y violencia intrafamiliar y de género.
En estos temas realizó investigaciones para organismos internacionales y entidades nacionales.
Un militante revolucionario
Ángel siempre me decía, que su primera condición no era la de médico, sino el ser un MILITANTE REVOLUCIONARIO.
En esta condición fue un gran organizador colectivo, en el plano político-ideológico. Desde muy joven se integró al trabajo comunitario en su barrio Simón Bolívar y otros aledaños de la zona norte del Distrito Nacional.
Con ese ángel que tenía para convencer, donde quiera formaba una estructura u organismo comunitario o partidario y siempre tenía seguidores/as. Cuando uno/a de nosotros/as organizaba a una persona, él integraba diez.
En su militancia política, muy jóvenes, hicimos causa común, en el Movimiento Popular Dominicano (MPD), aunque yo llegué primero por asuntos de edad.
Además, fue dirigente del Frente Estudiantil de Liberación Amín Abel (Felabel) en la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD)
Fue fundador de la organización política-social Justicia Global (JG). Proyecto en el que nunca lo acompañé, aunque colaboraba con él en asuntos de comunicación, porque, le decía que era de una composición social pequeño burguesa y de una clase media alta, con un marcado accionar académico y yo creía en otro tipo de estructuras políticas de conspiración contra el sistema y que le tenía miedo a las desviaciones de ese segmento poblacional (la pequeña burguesía trepadora).
Fue un colaborador de la Sociedad de Animadores de la Cultura y la Democracia Popular (Sacude) promovida por Narciso González (Narcisazo), con quien estuvo un día antes de su desaparición promoviendo en diversos sectores la desobediencia civil contra el fraude electoral y planes del dictador Joaquín Balaguer de perpetuarse en el poder, tras las elecciones de mayo de 1994.
Como militante estuvo ligado a otros esfuerzos políticos clandestinos, que yo me lo imaginaba por sospecha de sus movimientos y por algunas conversaciones que sosteníamos.
En años recientes desarrolló muy buenas relaciones con el Partido Comunista del Trabajo (PCT), su militancia y dirigencia máxima y donde llegó a tener hermanos/as de lucha.
Luego, políticamente se acercó a su viejo partido el Movimiento Popular Dominicano (MPD) y una de las cosas que nos trazamos fue promover la reunificación de esa organización, intento en el que fracasamos.
Un pensador
En discusiones muy frecuentes, yo le estrujaba que él (Ángel Pichardo Almonte) era un “talento desperdiciado”, que podía trascender y ser la cabeza de un proyecto político nuevo o uno que transformara una de las viejas estructuras de la izquierda dominicana, que necesitaba un salto cualitativo, generacional, de relevo y de construcción de ideas y propuestas nuevas, como le decía para “ganarnos el corazón y la simpatía del pueblo”.
En ese sentido, llegó a dar algunos pasos, y cuando alcanzó una máxima distinción orgánica, la maledicencia, el celo por el liderazgo, el apego a cargos, el caciquismo, la traición; la adopción de políticas de derecha y de búsqueda de beneficios personales, entre otros vicios, impidieron que ese proyecto cuajara. Ahora, como un acto inmoral lo reivindican, cuando en su momento no lo valoraron en su justa dimensión. Aunque mi hermano Ángel siguió con su vuelo más alto que esas desviaciones.
Militante con un gran valor que no conoció el miedo. Y nome refiero a valores morales, que tenía muchos, sino al valor para ejecutar cualquier acción político-militar. Nunca vaciló y esto lo llevó a estar en múltiples acciones, donde incluso la lucha contra el capitalismo adquiría o tenía otras dimensiones u otro nivel de la lucha de clases.
Por qué Ángel era un pensador
Si buscamos la definición de pensador nos encontraremos que se entiende “al que piensa, estudia, medita, discurre, reflexiona, recapacita, cavila, concentra o razona, ya sea con profundidad, eficiencia o aptitud”.
También un pensador es una persona que se dedica al estudio o análisis muy elevado y profundiza demasiado en asuntos o temas. Yo le agrego, que un pensador es quien plantea nuevos aportes sobre un determinado tema.
Breves ejemplos de su condición de pensador
En su obra magistral “Revolución cotidiana, espiritualidad y política” hay ejemplos de su condición de pensador en el o con el abordaje siempre, fundamentalmente, desde una visión marxista, que fue su principal plataforma de análisis de lo que él llamó la cultura de la dominación.
Cito aportes:
-Sus ideas sobre la espiritualidad y la política revolucionaria. Explica que lo espiritual es una dimensión del ser que va más allá de lo religioso y la búsqueda de una espiritualidad alternativa.
– Análisis crítico de la dominación desde el paradigma de la Solidaridad.
– Los siete pilares de la dominación:
- Antropocentrismo
- Androcentrismo
- Racismo
- Nacionalismo
- Occidentalismo
- Reduccionismo
- Adultocentrismo
-Ideó el Modelo “Abordaje desde la Cultura de la Dominación: desmonte del androcentrismo, prevención de la violencia basada en género e intervención con hombres agresores”, el cual consta de nueve pasos en tres fases. Este modelo fue copiado por la Procuraduría General de la República y la Fiscalía del Distrito Nacional y aplicado en los centros de Atención Conductual para Hombres.
-En los últimos capítulos 6 y 7 aborda Política Revolucionaria y Poder Popular, Qué (más) hacer, Construcción de un movimiento revolucionario ideologizado, politizado, articulado, integral y radical. En este último tema reivindica la Vanguardia revolucionaria contra el populismo y el espontaneísmo.
Con estos breves ejemplos díganme ustedes si Ángel Pichardo Almonte era o no un pensador.
Era o no Ángel Pichardo Almonte un filósofo de la vida, de la solidaridad, del amor al prójimo y a los más pobres y necesitados.
Era o no Ángel Pichardo Almonte un hombre crítico y autocrítico y dispuesto siempre a superar cualquier error, porque no se consideraba un ser humano perfecto.
En su vida pesaron más sus aportes que sus errores, sí o no.
Qué más podemos hacer con el legado de un hombre de esa dimensión que no sea continuar su ejemplo y levantar sus aportes y su memoria.
Dos enseñanzas finales
Ángel siempre nos hacía llamados a cuidar nuestra salud y a cuidar a las demás personas, aunque en los últimos tiempos él se descuidó y además a trabajar por la unidad del movimiento revolucionario; PERO POR UNA UNIDAD REAL NO RETÓRICA.
Despidamos a nuestro camarada, hermano, padre, amigo, hijo, militante revolucionario con el puño en alto y con la misma consigna que lanzó cuando lo bajaron del avión-ambulancia…
¡Patria o muerte, venceremos!
Tu hermano Bienvenido Scharboy
Sábado 19 de agosto de 2023
Cementerio de la avenida Máximo Gómez