Cuba, Venezuela y Nicaragua fueron excluidos de la reciente IX Cumbre de Las Américas. No fueron invitados porque, según alegan los organizadores, éstas naciones tienen problemas de democracia y transparencia.

Pero el propósito del foro es precisamente analizar y debatir sobre los problemas y desafíos que afronta el continente americano. México decidió no participar en solidaridad con los que le tiraron bolas negras.

El periódico el Nacional, edición digital del 4 de junio, se hizo eco de una declaración de Trajano Potentini, presidente de la Fundación Justicia y Transparencia. Él dice estar de acuerdo con que Cuba, Venezuela y Nicaragua no fueran invitados al foro. Estos países para escoger sus autoridades no celebran elecciones libres y democráticas en sus territorios. Estos países “no cumplen con los requisitos indispensables”.

El dirigente de la entidad cívica cree que de hacerse lo contrario se estaría obrando opuesto a la moral que promueve Estados Unidos de Norte América. Los EEUU han sido guías en “lo discursivo e ideológico”. Han sido, además, los “abanderados del acceso al poder por la vía legítima y democrática”. Qué bueno es hacerse el desmemoriado. 

¿Qué es la Cumbre de Las Américas? La Cumbre de Las Américas es la Reunión de los jefes de Estados y de Gobiernos de América. Es una iniciativa de la Organización de Estados Americanos (OEA). Es parte de sus objetivos, además, “afianzar la integración hemisférica y la responsabilidad nacional y colectiva, a fin de mejorar el bienestar económico y la seguridad de los ciudadanos de los países participantes”.

Cuando usted este leyendo este artículo la IX Cumbre de Las Américas celebrada en Los Ángeles, Estados Unidos, habrá concluido. Es decir, un segmento de los jefes de Estados y de Gobiernos de América fueron invitados por los Estados Unidos para los días del 6 al 10 de junio pasado.

Las declaraciones de Potentini parecen indicar que el abogado solo leyó las siglas FJT y se olvidó que esa FJT quieren decir Fundación Justicia y Transparencia. Esto así porque nada más injusto y falto de transparencia que debatir sobre los problemas de un conjunto de países en ausencia de los afectados.

¿Acaso Trajano cree que ser transparente y democrático es someter a embargo económico a los países solo por no apoyar las políticas de los Estados Unidos?

¿Potentini estará en capacidad de demostrar cuáles son las elecciones libres y democráticas que califican para ser invitados a la cumbre?

Y una tercera duda es ¿Apoyar la exclusión de esos países no es contradictorio con los principios que promueve a nivel mediático Justicia y Transparencia?

Pero en los campos del Cibao se dice: “nadie vaya a casa e’nadie, porque nadie sabe cómo está nadie”. Es probable que Trajano Potentini se esté haciendo el contento para proteger otros intereses más específicos.

El presidente de la FJT debería entender que, si Cuba, Venezuela y Nicaragua no cumplen con los requisitos indispensables, entonces hay que ayudarlos a encarrilarse de nuevo. La Cumbre de las América podría ser el espacio ideal para traerlos de nuevo al redil. Con la exclusión solo se conseguirá alejarlos más.

Parece que Trajano Potentini tendrá que estudiar de nuevo la historia electoral de Latino América y el Caribe. Revisar los archivos para que descubra quienes son los que han propiciado los golpes de Estados en el área. ¿O tendrá Alzheimer?