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Opinión | Miguel Ángel Cid Cid/Consultor Internacional

Los cincuentones que en la adolescencia se escaparon del regazo de un cabaré, son menos que pocos. A ritmo de amor comprado. Así perdieron la inocencia los jóvenes de ayer, enredados entre tragos, risas, abrazados y caricias lujuriosas.

| Servicio Democracy Now

El domingo 23 de febrero, el ejército de Estados Unidos transportó a otros diecisiete inmigrantes al centro de detención ubicado en la base militar estadounidense de la bahía de Guantánamo.


| Fuente Externa

Los acontecimientos de origen político ocurridos en los Estados Unidos de América este año hasta el momento confirman que es posible revertir derechos y beneficios con un plumazo.


| Por Gisell Rubiera Vargas, M.A.

La música, como manifestación del arte, tiene el poder de transmitir mensajes profundos que resuenan en la sociedad. La canción "Mujer" de Ricardo Arjona es un claro ejemplo de ello, ya que resalta la importancia de la feminidad desde una perspectiva que no busca la confrontación ni la competencia entre géneros, sino el reconocimiento del valor intrínseco de la mujer. En esta pieza, Arjona describe a la mujer no como un panfleto de lucha ni como una rival a vencer, sino como un ser humano con una identidad propia, digna de respeto y admiración.

Como activista y defensora de los derechos de la mujer, creo firmemente en la equidad de género y en la necesidad de garantizar que todas las mujeres tengan las mismas oportunidades que los hombres. Sin embargo, también reconozco la importancia de la colaboración y la complementariedad entre ambos géneros. La verdadera transformación social no se logra a través de la división, sino mediante la empatía, la educación, la solidaridad y la colaboración.

Arjona, con "Mujer", nos recuerda que la lucha por la equidad no debe basarse en la imposición ni en la percepción de un género como enemigo del otro. La mujer no es débil ni necesita ser protegida desde una visión paternalista, pero tampoco debe ser vista como una amenaza para el hombre. En cambio, ambos pueden compenetrarse para construir una sociedad donde se valore la diversidad y la complementariedad de sus aportes.

La empatía es clave en este proceso. Comprender que la equidad de género no es una guerra, sino una construcción conjunta, nos permite avanzar hacia un mundo donde hombres y mujeres puedan desarrollarse plenamente sin prejuicios ni barreras impuestas por estereotipos. La educación, por su parte, juega un papel fundamental en este cambio de paradigma, formando nuevas generaciones con una visión más incluyente y menos polarizada.

En definitiva, "Mujer" nos invita a reflexionar sobre la verdadera esencia de la feminidad y su rol en la sociedad. Nos recuerda que el camino hacia la equidad no se basa en la confrontación, sino en la comprensión y el respeto mutuo. Como defensora de los derechos de la mujer, valoro profundamente la importancia de esta lucha, pero también entiendo que el verdadero cambio solo será posible cuando aprendamos a caminar juntos, reconociendo el valor de cada individuo, sin impo
rtar su género.


| Leonardo Boff/Teologo de la Liberación

China es uno de los principales socios comerciales de Brasil. Con el claro declive del dominio/dominación occidental, ella surge como la principal potencia del siglo XXI.


| Amy Goodman y Denis Moynihan:

“Nada es más indigno para un pueblo civilizado que dejarse 'gobernar', sin oponer resistencia, por una camarilla irresponsable de dirigentes guiados por instintos sombríos”.


| Por Redacción Espacinsular

l canciller Roberto Álvarez recibió este viernes las Copias de Estilo de las Cartas Credenciales del nuevo embajador designado de la República de Haití, D’ Emmanuel Fritz Longchamp, las cuales le acreditan como representante de su país ante el Gobierno dominicano.


| Telésforo Isaac / obispo Iglesia Episcopal Dominicana

El paradigma de “Jesús es la luz del mundo”, sea un concepto, una figuración, una metáfora, o una verdad mística; es un prototipo necesario para disipar penumbras, iluminar mentes, aclarar pensamientos, enfocar ideas, inspirar confianza, fortalecer fe y esperanza, hace encontrar la luz interior del alma, pero, sobre todo, determina y esclarece la conciencia cívica, ética y moral de un pueblo; pues, la luz ilumina todo, disgrega toda mancha y clarifica toda oscuridad.


| Miguel Ángel Cid Cid/Consultor Internacional

Los dominicanos, en su mayoría, suelen confundir la barra con el cabaret o burdel. Nada que ver. La barra es signo gramatical. Pero aquí es, un negocio de expendio de alimentos. El cabaret es un lugar de fiestas…


| Doctor Nelson Figueroa Rodríguez/abogado y consultor internacional

En los últimos años de mi existencia, gran parte de mi tiempo ha sido internado con carácter de urgencia en los distintos centros de salud de nuestro país, ya sean los mismos de carácter privado, publico, de atención primaria, especializados o de alta tecnología; donde he desempeñado el rol de acompañante y también de paciente.


| Leonardo Boff/Teologo de la Liberación

 

Vivimos tiempos de violencia y de brutalidad generalizadas en las relaciones personales, sociales e internacionales, potenciadas por las nuevas formas de comunicación digital.


| Por Gisell Rubiera Vargas, M.A.

La maternidad nos cambia, nos transforma, y sin dudas deja huellas profundas en nuestro ser. Así como ocurre con el mommy brain, esa sensación de dispersión mental producto del desvelo y la entrega constante, también sucede algo en nuestra alma y en nuestro corazón. Nos convertimos en otros seres cuyas prioridades y necesidades cambian para siempre.


| Por Riamny Méndez Féliz

¿Quieres mover la cadera y los pies? Como dominicana o dominicano que creció escuchando y bailando merengue, te resultará fácil seguirle el paso a los konpas de Nemours Jean-Baptiste (1918-1985). Y si buscas algo más contemporáneo, podrías escuchar a Melissa Laveaux, hija de la diáspora haitiana en Canadá.

¿Dónde han ido a parar las músicas de Haití? ¿Por qué no suenan las canciones de Ti Coca o Zobop en las ondas?”, se preguntaron la filósofa Sarah Ardite, curadora y editora del proyecto Músicas sospechosas , y la documentalista Anabel de la Paz.

A partir de esa pregunta, Ardite y de la Paz crearon el fanzine “N’écoutez pas la musique des noirs: desarchivando los sonidos de Haití” en el que citan artistas fundamentales para comprender la música haitiana de los siglos XX y XXI.

Las autoras analizan la música haitiana, sus letras y su sonoridad en el contexto de su herencia africana, y de una historia arraigada en el Caribe, marcada por la colonización y sus consecuencias.

“La dinámica político-económica de los últimos cinco siglos en la isla de Quisqueya ha sido de invasiones, sanciones, bloqueos, embargos, represión, y otros actos de poder desmedido. Gobiernos corruptos, masacres y torturas. Si a esto le sumamos el fracaso de la cooperación internacional, la ocupación por parte de demasiadas iglesias y ONG, pero sobre todo el rol protagonista de los Estados Unidos y Francia en la destrucción de Haití (lo que N. Chomsky llama a man’s made catastrophe), el resultado es la experiencia humana como travesía entre la violencia constante y la resistencia”, explican Ardite y de la Paz.

Pero, no es una música atrapada en el tiempo. Como ocurrió en el resto del Caribe, las influencias del jazz, del rock y de los avances de la electrónica se notan en los grandes intérpretes haitianos de las décadas de 1970 y 1980.

“Las músicas de raíces haitianas abrazaron la llegada de los sintetizadores y las guitarras eléctricas, marcando una época prodigiosa en lo que a producción musical se refiere entre los años 50 y 80. Durante este tiempo, los ritmos Konpa, Kadans y Méringue resonaron con fuerza y alegría, conquistando corazones haitianos y más allá, vendiendo miles de vinilos, cautivando audiencias alrededor del mundo, y llenando los salones de baile”, se cuenta en el fanzine.

Pero, por qué estás músicas han sido ignoradas en parte importante de Europa y de América. ¿Hay otras razones, además de la barrera lingüística, que influya en la marginación de los ritmos haitianos entre el gran público a pesar de su influencia en otros creadores caribeños?

Las autoras responden: “Las músicas de Haití se han considerado sospechosas y despreciables para los imperios de turno desde su revolución violenta de esclavos. Es por eso que hoy en día escuchamos poco o nada de ellas en las ondas. Sin embargo, hay que entender estas músicas como parte constitutiva de la música moderna occidental, con una influencia que se extiende más allá de sus fronteras. La conexión con Martinica y Guadalupe para la invención del Zouk y la inspiración en su guitarra eléctrica por parte de artistas como Juan Luis Guerra, es innegable”.

Las plataformas de streaming son una ventaja para conocer las músicas haitianas si se tiene interés en escucharlas, como ocurre con otros ritmos del mundo. Pero, según las autoras del fanzine, el algoritmo no facilita mucho su divulgación, al menos no en la mayor parte de Europa y de América.

“Las plataformas de streaming y la inteligencia artificial rara vez sugieren música haitiana y si lo hacen, nunca la vinculan con otros ritmos del Caribe, las Antillas o el continente americano, pues hasta los algoritmos reconocen que Haití está intrínsecamente ligada musicalmente a África, donde por cierto Haití no ha dejado nunca de sonar”.

 Sugerencias para escuchar a los vecinos

¿Y en la República Dominicana, Haití suena? Si resides en el país, ¿cuál es tu experiencia?

Y no respondas que te encanta Félix Cumbé (Puerto Príncipe, 1964 - Santo Domingo, 2025). Cumbé es parte de la memoria sonora y “bailadora” de generaciones de dominicanos y dominicanas porque es nuestro.

Su picardía, su alegría, su ritmo al bailar, son parte de la historia de la música popular dominicana. Su español, inmortalizado en sus interpretaciones, tiene nuestro acento, junto con las marcas del creole, su lengua materna. Lo conocemos porque es, a fin de cuentas, un dominicano más que nació en otra tierra. Nos conmovió su muerte como la de otros artistas nacionales. Él tuvo dos patrias y su carrera musical es principalmente dominicana, y fue en los dos ritmos nacionales por excelencia, el merengue y la bachata, donde dejó su impronta.

La pregunta es, ¿cuáles cantantes haitianos (con carreras forjadas en Haití o entre su diáspora, con sus lenguas, sus ritmos y sus historias) conoces y cuáles te gustan?

La música, sobre todo la de los otros países del Caribe, nos puede unir más allá de las palabras. Si la escuchamos con el corazón y con los pies, encontraremos las raíces comunes de nuestra historia, tristeza y alegría compartidas.

Así que no digas que no tienes cantante haitiano favorito porque no hablas creole ni francés. Muchos dominicanos teníamos cantantes estadounidense favoritos antes de hablar y comprender inglés. Quizás descubrir o redescubrir la música de los vecinos es una forma de resistencia o de goce, o ambas cosas a la vez.

Aquí algunas sugerencias para empezar:

¿Te gusta la trova o la música de protesta como la que fue popular en entre 1960 y 1980? Escucha a Manno Charlemagne  (1948-2017).

¿Quieres mover la cadera y los pies? Como dominicana o dominicano que creció escuchando y bailando merengue, te resultará fácil seguirle el paso a los konpas de Nemours Jean-Baptiste (1918-1985)

Y si buscas algo más contemporáneo, podrías escuchar a Melissa Laveaux, hija de la diáspora haitiana en Canadá. 

*Canoa Púrpura, es la columna del proyecto periodístico de Colectiva Púrpura y de su podcast Libertarias, que se transmite por La República Radio.