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Medio Ambiente y Cambio Climático |

La OMM promueve la protección del medio marino y la gestión eficaz de los recursos marinos mediante la reunión y distribución oportunas de datos meteorológicos marinos y oceanográficos.

La OMM ayuda a los Miembros a implantar sistemas coordinados a escala nacional y regional que permitan reducir al mínimo las pérdidas de vidas y los daños causados por los ciclones tropicales. Apoya asimismo la pesca sostenible por medio de las observaciones y los análisis meteorológicos y climáticos. La Organización coopera con otras organizaciones internacionales que desempeñan actividades relacionadas con los océanos, y en particular con la Comisión Oceanográfica Intergubernamental (COI) de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la Organización Marítima Internacional (OMI) y la Organización Hidrográfica Internacional (OHI).

En 1999 se entabló una estrecha asociación con la COI gracias a la creación de la Comisión Técnica Mixta OMM/COI sobre Oceanografía y Meteorología Marina (CMOMM). La misión de la OMM consiste, entre otras cosas, en prestar servicios de predicción y aviso meteorológicos de calidad en apoyo de la seguridad de la vida y los bienes en el mar. La prestación de servicios meteorológicos marinos y oceanográficos para satisfacer las necesidades de los usuarios del sector marítimo constituye la máxima prioridad para el Programa de Meteorología Marina y Oceanografía (PMMO), ya que esos servicios aportan una contribución sustancial a las economías nacionales y son fundamentales para la seguridad de la vida humana en el mar, como se reconoce en el Convenio internacional para la seguridad de la vida humana en el mar (SOLAS). En tal contexto, la OMM siempre ha cooperado estrechamente con la Organización Marítima Internacional (OMI) a fin de garantizar que se faciliten a los navegantes, dondequiera que se encuentren en los océanos del mundo, los servicios mejores y más completos para sus necesidades,. Los requisitos necesarios para la prestación de esos servicios y la función de la OMM en su coordinación y reglamentación a escala mundial figuran en el Convenio SOLAS. La OMM se ocupa de que se cumplan las disposiciones de ese Convenio por medio de su Sistema de radioemisiones marinas para el Sistema Mundial de Socorro y Seguridad Marítimos (SMSSM). Ese Sistema también está coordinado con el Servicio mundial de radioavisos náuticos, que está a cargo de la Organización Hidrográfica Internacional.

Los océanos cubren aproximadamente dos tercios de la superficie de la Tierra y proyectan su influencia sobre todos nosotros. Los fenómenos oceánicos desfavorables tienen importantes repercusiones en el medio marino costero y en las actividades socioeconómicas. Las grandes aglomeraciones de población en zonas costeras, que dependen de los recursos costeros y el medio marino, se encuentran permanentemente en situación de riesgo y son vulnerables a los fenómenos meteorológicos marinos extremos.

 La OMM siempre ha cooperado estrechamente con la Organización Marítima Internacional (OMI) a fin de garantizar que se faciliten a los navegantes, dondequiera que se encuentren en los océanos del mundo, los servicios mejores y más completos para satisfacer sus necesidades.

Los océanos cubren aproximadamente dos tercios de la superficie de la Tierra y proyectan su influencia sobre todos nosotros. Los fenómenos oceánicos desfavorables tienen importantes repercusiones en el medio marino costero y en las actividades socioeconómicas.

Los océanos aportan alimentos, energía, agua e hidrocarburos y recursos minerales de una importancia vital y son un componente esencial del sistema climático de la Tierra. Hoy en día, cada vez se ven más afectados por la presión del desarrollo de las zonas costeras, la contaminación industrial y la pesca excesiva. Por otra parte, pueden constituir también un grave obstáculo o amenaza para las actividades humanas. La protección de la vida y los bienes en el mar y en las regiones costeras, la gestión integrada de las zonas costeras, las repercusiones que algunos fenómenos, especialmente los extremos (p. ej. las mareas de tormenta y las olas altas y/o largas), tienen en la sociedad, y la función de los océanos en la variabilidad del clima y el cambio climático se han convertido en cuestiones de interés mundial en los últimos años. Estas actividades forman parte del ámbito tradicional de competencia del Programa de Meteorología Marina y Oceanografía (PMMO) y siguen siendo una de sus principales prioridades.

Para las personas que trabajan en el mar o viven cerca de la costa, las predicciones sobre el tiempo marítimo y las condiciones oceánicas pueden ser tan importantes como las predicciones sobre el tiempo en general. Los mares agitados, las olas gigantes, las mareas de tormenta y las corrientes fuertes pueden hacer que muchas actividades marinas resulten difíciles y peligrosas. Las olas altas y las mareas de tormenta pueden provocar inundaciones costeras. Los ciclones tropicales y los fenómenos concomitantes pueden ser las condiciones más peligrosas para los marineros. Las corrientes y los vientos oceánicos transportan y dispersan las mareas negras, las masas de algas nocivas y otros contaminantes marinos Los cambios de la temperatura del océano pueden influir en el ecosistema marino, desde el plancton a las pesquerías, y en el tiempo y el clima. La comprensión, vigilancia, cartografía y predicción del tiempo marítimo y las condiciones oceánicas brindan la oportunidad de realizar una planificación adecuada de las actividades en las zonas costeras y marinas, y de crear una estructura para la detección temprana y los avisos de los peligros relacionados con el mar.

El Programa de Meteorología Marina y Oceanografía es el “denominador común” de los datos, productos y servicios mundiales destinados a todos los usuarios del sector marítimo.

En cuanto el hombre comenzó a desplazarse en barco por el mar, advirtió los peligros que se derivan de unas condiciones oceánicas y un tiempo marítimo desfavorables. En todas las zonas costeras del mundo proliferan las historias de flotas pesqueras locales que se perdieron trágicamente en medio de una fuerte marejada cuando se encontraban a pocas horas de travesía de la seguridad de un puerto y de navegantes que se ahogaron en algún océano distante. Por ello, no es de sorprender que en muchos países marítimos, los Servicios Meteorológicos Nacionales se establecieran originalmente (a partir de mediados del siglo XIX) con el fin de emitir avisos de tormentas para las aguas costeras. Merced a la iniciativa de un oficial de la marina, Matthew Fontaine Maury, en 1853 se celebró la primera Conferencia Meteorológica Internacional en Bruselas.

Ese fue el comienzo de una cooperación internacional y de un sistema uniforme para recopilar observaciones meteorológicas en el mar y para utilizar e intercambiar esos datos en beneficio de la navegación. Además, con todo ello se pretendían adquirir nuevos conocimientos sobre la climatología de los océanos y definir mejor las rutas de navegación comercial con el fin de reducir al mínimo los peligros y los costos de la navegación marítima y aumentar así su eficacia.

Gracias al desarrollo de las predicciones meteorológicas marítimas con base científica, las tentativas del pequeño grupo de pioneros de Bruselas culminaron en el establecimiento del actual Programa de Meteorología Marina y Oceanografía bajo los auspicios de la OMM. Una de las principales características de este Programa  es que cada Servicio Meteorológico Nacional integrante asume la responsabilidad de una zona convenida de alta mar y de las aguas costeras. Los boletines que emiten a intervalos regulares sobre el tiempo y el estado del mar a través del Sistema Mundial de Socorro y Seguridad Marítimos (SMSSM) proporcionan a los navegantes información sobre el lugar, desplazamiento y probable evolución de los sistemas meteorológicos y sobre las condiciones meteorológicas y oceánicas resultantes; en caso de situaciones peligrosas se emiten avisos especiales. Los propios navegantes contribuyen al éxito del Programa aportando datos de observación meteorológica en el marco del Sistema de buques de observación voluntaria de la OMM, en respuesta al Convenio internacional para la seguridad de la vida humana en el mar (SOLAS) en el que se especifica que “Los Gobiernos Contratantes se obligan a fomentar la compilación de datos meteorológicos por parte de los buques que se hallen en la mar y a disponer el examen, la difusión y el intercambio de dichos datos como mejor convenga a los fines de ayuda a la navegación”. 

Aunque estos servicios han permitido salvar muchas vidas, todavía se produce todos los años un número lamentablemente elevado de siniestros de embarcaciones o de otro tipo de infraestructuras, motivados en parte por unas condiciones desfavorables del tiempo o del estado del mar. Por tanto, hay que seguir tratando de mejorar la eficacia de los servicios meteorológicos marinos. Es fundamental que estos servicios se adapten para satisfacer las exigentes necesidades de productos y servicios meteorológicos y oceanográficos de los usuarios finales y de los nuevos campos de aplicación que están adquiriendo una importancia creciente, como los siguientes:

• Exploración de los recursos en mar abierto

• Ingeniería marina

• Comunicaciones en subsuperficie

• Sistemas de predicción y aviso de tsunamis

• Mareas de tormenta y defensa costera

• Organización del tráfico marítimo y navegación

• Actividades en la zona de hielo marginal

• Vigilancia y prevención de la contaminación y descontaminación

• Ordenación sostenible de la pesca comercial

• Ordenación del medio ambiente marino y costero

• Predicción sinóptica, estacional y otros tipos de predicción a largo plazo

• Predicción climática en diferentes escalas temporales

 Además, del rápido crecimiento que han experimentado en los últimos tiempos las embarcaciones de recreo (buques no regidos por el Convenio SOLAS) ha surgido la demanda de mejor información sobre los vientos bruscos derivados de las tormentas y turbonadas. Los pequeños barcos de vela de uso tan difundido para la navegación de recreo pueden volcar fácilmente, especialmente en las manos de un marino relativamente inexperto, a causa de una ráfaga de viento, que difícilmente tendría consecuencias para una embarcación de gran tamaño. Las personas que trabajan en operaciones de prospección y extracción de petróleo y gas en alta mar necesitan predicciones altamente especializadas del tiempo y del estado del mar. Las necesidades de los explotadores de aerodeslizadores son distintas de las de aquellos que se dedican a la navegación convencional.