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Opinión | Por Héctor Turbí/Economista y activista social

La del próximo domingo 16 de julio será una potente marcha nacional que mostrara un nuevo escalón cuantitativo y cualitativo en el proceso de empoderamiento del pueblo, pero no es todavía una batalla decisiva en la lucha por el fin de la impunidad como la han querido vender algunos.

Esta no será la “madre de todas las marchas” y no precisamente porque le falte asistencia u organización, sino porque todavía no está en juego ninguna alteración sustantiva de la configuración del poder que le sirve de sustento a la corrupción e impunidad que padecemos.

 La delincuencia política que nos desgobierna está muy preocupada por la creciente indignación de la población y su proporcional descredito, pero el cuestionamiento a su corrompido poder es todavía  débil como para animarse hacer concesiones más allá del circo judicial que ha sido obligada a orquestar. Con la prepotencia que la caracteriza, no deja de verlo como una molestia para entretener a esa “chusma que jode en la calle”.

 Pensar el 16 como un factor de vida o muerte, le hace el juego al gobierno y al sector de grandes empresarios jueces y partes, verdaderos imputados sustentantes del mamotreto de Informe Punta Catalina, que han vendido la idea de que ese día se juega todo, quieren  ponernos a nosotros a obrar conforme a su lógica y que luego que la gente vea que después del 16 todo sigue igual, se llene de frustraciones y deje de marchar y luchar.

 El Informe Punta Catalina no es más que un abuso de poder, con el cual la mafia política y empresarial usa su poder económico, político y mediático para obligar a la población a creer, lo que ni ellos mismos se creen: que la sobrevaluación, vale decir el robo más alto de toda nuestra historia se puede tapar con la exhibición de un número mágico: el 6% del costo menor que obras parecidas. Ver más aquí http://www.barrigaverde.net/?q=node/54561.

 La delincuencia política y empresarial están juntas: Danilo Medina dirigiendo la orquesta, Felipe y Juan Vicini, Campos de Moya, Manuel Estrella, Agripino Nuñez, Pepín Corripio, Rubén Bichara, Reynaldo Pared, Gonzalo Castillo, Cristina Lizardo, Abel Martínez, Odebrecht, Stanley Consultant, todos muy unidos a la hora de estafar y aplastar la sed de justicia de un pueblo.

 Todo el  afán  de nuestras clases medias en adelantar una aparente batalla decisiva y la histeria por si pasar o no por el Palacio Nacional como si eso fuera la gran vaina, ha contribuido a crear esa sensación de cita sin mañana, que solo favorece a los designios de la delincuencia política que nos desgobierna. De hecho para colocar esta fecha fue necesario posponer acciones en decenas de pueblos, pues es muy lógico que las partes se sujeten al interés general.

Y sí, ahora y después del 16 es que hay que marchar y luchar, ya  pueblos como Los Alcarrizos, Bonao, Moca, Nagua, Bani-Punta Catalina, Mao y la Línea Noroeste y muchos otros preparan desde ya sus marchas verdes y otras acciones. Cada vez más sectores se suman a la idea de levantar demandas que cuestionen la actual configuración de poder delincuente que obstruye cualquier posibilidad de hacer justicia.

L@s dominican@s residentes en el exterior que por las propias condiciones en que el régimen de corrupción los ha obligado a vivir fuera de su patria, asumen posturas más radicales que los que residimos aquí,  desde el 22 de enero, pero muy especialmente desde este 16 de julio en el aniversario de la Trinitaria, se movilizaran en más de 10 ciudades en Estados Unidos, América del Norte y Europa, en un hecho sin precedentes.

Algunos no se han percatado, que ya somos mucho más que un movimiento mediático, que la gente ha asumido de corazón y hace rato ha empezado articularse en los espacios territoriales y sociales.

Y la perplejidad de nuestras clases medias “institucionalistas” seguirá en aumento bajo el fuego cruzado de las mafias del poder que no  harán concesiones en las actuales condiciones y los sectores populares en creciente proceso de despertar e incorporación a la lucha, que no aceptaremos  migajas, ni un nuevo acuerdo de cúpulas como el llamado “Pacto por la Democracia” de 1994, que nos ha traído hasta este lodazal.

Hay que tomarse la patillita, porque AHORA ES QUE FALTA  MAMBO Y VAMOS A SEGUIR, ya que la republica plebeya que enfrento dos guerras independentistas en el siglo XIX y dos intervenciones militares en el siglo XX mas una dictadura sangrienta de 31 años, NO SE RENDIRA.