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Noticias | Por Edición Espacinsular

El huracán Melissa ha causado pérdida de vidas humanas y una destrucción generalizada en el oeste de Jamaica. Según un análisis satelital del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

La tormenta dejó más de 4,8 millones de toneladas de escombros bloqueando carreteras y obstaculizando el acceso a escuelas, hospitales y centros de salud, predios y mercados, lo que demora la entrega de ayuda humanitaria y retrasado la restauración de servicios esenciales.   

La tormenta clasificada como huracán de categoría 5 tocó tierra en Jamaica el 28 de octubre. Decenas de miles de viviendas resultaron dañadas, especialmente en St. Elizabeth y Westmoreland, donde pueblos enteros fueron arrasados y hasta el 90 % de las edificaciones en algunas zonas se vieron afectadas. El modelo del PNUD basado en inteligencia artificial estima que hasta 32.500 personas podrían haber sido desplazadas internamente.

“Comunidades enteras están rodeadas de escombros”, afirmó Kishan Khoday, Representante Residente del PNUD en Jamaica. “La remoción de escombros es fundamental para poner en marcha la recuperación temprana, restablecer el acceso seguro a viviendas e infraestructura y reactivar los servicios esenciales. Necesitamos actuar con rapidez, porque cada demora significa carreteras bloqueadas, servicios vitales paralizados, pérdida de ingresos y más sufrimiento para quienes han sido más afectados por la tormenta”.

El PNUD estima que la cantidad de escombros equivaldría aproximadamente a 480.000 camiones. Esta estimación incluye 2,1 millones de toneladas de escombros de construcción, 1,3 millones de toneladas de desechos vegetales y 1,4 millones de toneladas de residuos domésticos. Se trata de estimaciones mínimas basadas en los últimos datos de daños proporcionados por UNOSAT y Copernicus, y se espera que aumenten a medida que se completen nuevos análisis y evaluaciones en terreno.

La devastación pone de relieve cómo los impactos cada vez más intensos del cambio climático están generando desastres más frecuentes y severos, recordándonos con urgencia, la misma semana que el mundo se reúne en la COP30, sobre la necesidad de aumentar la inversión en reducción del riesgo de desastres y en medidas de preparación a nivel global.

Estos eventos subrayan las crecientes presiones climáticas que enfrentan los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo, cada vez más afectados por huracanes, inundaciones y sequías de gran magnitud. También destacan la necesidad crítica y urgente de financiamiento por parte de los donantes para apoyar intervenciones de recuperación temprana que ayuden a las comunidades a reconstruir, restablecer medios de vida y fortalecer su resiliencia ante futuros choques.

Con una trayectoria de 50 años en la isla, el PNUD está ofreciendo apoyo a Jamaica, incluyendo evaluaciones de daños y planificación para la recuperación, con el fin de restablecer empleos y medios de vida, retirar escombros, reparar infraestructura y garantizar el acceso a servicios esenciales.

Los efectos del huracán se sienten en todo el Caribe. En Cuba, casi 3 millones de personas enfrentan interrupciones en los servicios, daños en sus viviendas y destrucción de cultivos. Haití, las Bahamas y otras islas también reportan inundaciones y daños. El PNUD está trabajando con los gobiernos de toda la región en los esfuerzos de recuperación.