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Cultura y sociedad |

El escritor uruguayo Eduardo Galeano (3 de septiembre de 1940) ha fallecido este lunes a las 8:20 en Montevideo, a los 74 años de edad. El también periodista ha sido una de las personalidades más destacadas de la cultura uruguaya y un referente en el mundo de habla hispana.

 El pasado viernes ingresó en un hospital como consecuencia de un cáncer de pulmón. Desde su publicación en 1971, Las venas abiertas de América Latina se ha convertido en un clásico de la literatura política latinoamericana. Su obra, entre la que también destacaMemoria del fuego (1986), ha sido traducida a una veintena de idiomas.

A los 14 años, Galeano ya vendía sus primeras caricaturas a los diarios montevideanos. En los años sesenta comenzó su carrera periodística, trabajando como editor en el semanario Marcha y durante dos años en el diario Época. Tras el golpe de estado de 1973, Galeano tuvo que dejar Uruguay y marchó a vivir a Argentina, donde fundó un magacín cultural de nombre Crisis. Cuando volvió a Uruguay, ya en 1985, fundó un semanario llamado Brecha.

Estos días estaba a punto de editarse un nuevo libro del escritor llamado Mujeres, considerado un experimento editorial.

Resurrección de María

“María renació en Chiapas.
“Fue anunciada por un indio del pueblo de Simojovel, que era primo suyo, y por un ermitaño que no era pariente y vivía dentro de un árbol de Chamula.
“Y en el pueblo de Santa Marta Xolotepec, Dominica López estaba cosechando maíz cuando la vio. La mamá de Jesús le pidió que le alzara una ermita, porque estaba cansada de dormir en el monte. Dominica le hizo caso; pero a los pocos días vino el obispo y se llevó presos a Dominica, a María y a todos sus peregrinos.
“Entonces María se escapó de la cárcel y se vino al pueblo de Cancuc y habló por boca de una niña que también se llamaba María.
“Los mayas tzeltales nunca olvidaron lo que dijo. Habló en lengua de ellos, y con voz ronquita mandó

que no se negasen las mujeres al deseo de sus cuerpos, porque ella se alegraba de esto;
que las mujeres que quisieran se volvieran a casar con otros maridos, porque no eran buenos los casamientos que habían hecho los curas españoles;
y que era cumplida la profecía de sacudir el yugo y restaurar las tierras y la libertad, y que ya no había tributo, ni rey, ni obispo, ni alcalde mayor.

“Y el Consejo de Ancianos la escuchó y la obedeció. Y en el año 1712, treinta y dos pueblos indios se alzaron en armas.

Eduardo Galeano