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Cultura y sociedad |

Agotadas todas las vías del diálogo institucional y en vista de la nebulosa que rodea el    misterioso  convenio entre los Ministerio de Educación y Cultura  que se supone se esta suscribiendo  para solucionar la actual crisis de las Escuelas de Bellas Artes, y  del cual no se ha ventilado absolutamente nada a nivel público, nos  dirigimos al presidente de la República y exigimos:  

 #DaniloHablemosdeCultura.  

Lamentamos que el sector cultural  no sea considerado  una prioridad por la actual gestión gubernamental,  en un país afectado por la violencia  y con grandes carencias en materia educativa. Lamentamos recurrir al presidente de la República para que simple acciones administrativas puedan tener lugar.

 Hace más de seis meses que los maestros/as 14 escuelas de Bellas Artes, Coro Nacional, Compañía Lírica Nacional, Guías de Museos, empleados de Patrimonio Nacional, Centro de Inventarios y del Ballet Folclórico de Santiago, se encuentran en un proceso de lucha en demanda de mejoras sustanciales de las condiciones de trabajo que desarrollan como empleados del Ministerio de Cultura.  Las jornadas han incluido movilizaciones, encuentros con los medios, piquetes y el paro de labores.

Para este colectivo de trabajadores de la cultura, la mayoría de los/as cuales supera los 10 años de  ejercicio  y entrega como servidores públicos,  ha significado un gran sacrificio detener sus labores para llamar la atención del pueblo dominicano, ante la actitud indiferente de las autoridades del Ministerio de Cultura, que alegan dificultades presupuestarias para no dar respuesta efectiva a las demandas tramitadas de manera correspondiente desde hace más de dos años.  

El análisis a la nómina de Cultura, realizado por sectores de la sociedad civil a raíz de las quejas por   salarios desproporcionados, revela  la visión injusta e irrespetuosa que prevalece en esta instancia, la falta de valoración a la labor de los servidores públicos de base, en especial a los y las docentes.  

Lo que ha impulsado  al colectivo ha movilizarse  no es el dinero, aclaramos nueva vez.   Nos movilizamos por condiciones de trabajo dignas, lo que incluye  el remozamiento de instalaciones física, las asignación de recurso e instrumentos  a escuelas, el diseño de una política de respaldo de nuestras actividads y  al sistema de formación especializada,   que las hagan visible ante los ciudadanos/as dominicanos con cuyos impuestos se solventan.  

Los trabajadores de la cultura nos hemos ganado en las aulas y el  escenario el derecho a un reajuste salarial  periódico que nos permita vivir con dignidad.  Merecemos autoridades que luchen junto a sus empleados para materializar este derecho,  manejando con efectividad los recursos asignados y exigiendo mayores partidas presupuestarias para el sector, que es un motor de desarrollo.

Sin embargo  la autoridades de Cultura han demostrado una limitada capacidad para administrar de forma eficiente los recursos recibidos,  creando nuevas instancias, duplicando esfuerzos,   asignando partidas presupuestarias  o sueldos sin criterio, descuidando áreas fundamentales, privilegiando lo masivo por encima de la calidad, aportes  o capacidad de transformación.  De ahí que tenemos pomposas rendiciones de cuenta que en términos reales  no tienen el mayor impacto en la población.

Invertir en cultura garantiza   transformación social.  Abrir escuelas de arte en barrios empobrecidos es más efectivo a largo plazo  que  el incremento  momentáneo  del patrullaje policial, por solo citar un ejemplo.   Valorar el esfuerzo de los servidores públicos es una señal de respeto al trabajo de las y los dominicanas.  

Solicitamos a las actuales autoridades que  ofrezcan a la sociedad dominicana las respuesta que nos niegan y se haga un análisis exhaustivo de las injusticias cometidas tanto en la nómina de Cultura  como en las   partida presupuestarias asignadas  que dejan a un lado el arduo  trabajo realizado por instancias que al día de hoy, y a pesar de sus grandes aportes, funcionan con grandes precariedades.   Emprendemos un diálogo  sobre el tema cultural y su impacto en el desarrollo de la nación.