El espacio cívico permite que la sociedad civil participe en la vida política, económica y social. Cuando las libertades cívicas se reducen, las personas se ven disuadidas de expresarse libremente, de protestar públicamente y comienzan a autocensurarse. En conjunto, estos factores erosionan la rendición de cuentas democrática.
A principios de 2025, Estados Unidos fue incluido en la lista de vigilancia de Civicus Monitor , que identifica a los países que, según esta organización internacional de defensa de los derechos civiles, están experimentando un rápido declive en materia de libertades civiles. Esta lista monitorea la evolución de las libertades civiles en 198 países. Otros países que figuraban en la lista en años recientes son Zimbabue, Argentina, El Salvador y los Emiratos Árabes Unidos.
Europa no está mejor. El Informe sobre el Espacio Cívico 2025 señala: “Europa está experimentando un peligroso retroceso de las libertades cívicas, en un contexto donde la promesa de los derechos universales y los valores democráticos, consagrados en los tratados de la UE, se está erosionando progresivamente por factores económicos, sociales, culturales y políticos interconectados”.
Tras la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información+20 celebrada en Ginebra (julio de 2025), los activistas por los derechos a la comunicación quieren adoptar un enfoque estructural aún más audaz en materia de derechos a la comunicación y justicia digital que aborde los monopolios, las desigualdades y las violaciones de derechos, y que abrace un futuro digital inclusivo, democrático, sostenible y transformador en materia de género.
El Foro Global de Justicia Digital , entre otros, aboga por un marco público, inclusivo y orientado a la justicia que redistribuya los beneficios de los datos y la IA para el bien común. Dicho marco reconoce que:
- El acceso universal debe ir acompañado de asequibilidad, valor público y garantías contra cierres, discriminación y exclusión.
- Las brechas digitales tienen su origen en la explotación sistémica y deben abordarse mediante reformas regulatorias, iniciativas impulsadas por la comunidad y enfoques transformadores de género.
- Los monopolios en datos e IA socavan la democracia y el desarrollo. Es necesario contar con marcos sólidos que protejan los derechos laborales, el patrimonio cultural y a los pequeños actores económicos.
- El pensamiento crítico, la educación, el intercambio de datos y la IA para los ODS requieren una fuerte inversión pública y una gobernanza sólida.
- La fiscalidad digital global y un mecanismo de financiación específico son esenciales para apoyar la transformación digital inclusiva en los países en desarrollo.
- La IA debe estar anclada en la soberanía digital, y su huella ambiental (agua, energía, emisiones) debe abordarse mediante evaluaciones de impacto rigurosas.
- Se requieren líneas de acción específicas, indicadores y reformas sistémicas para cerrar las brechas de género en los ecosistemas digitales.
En el evento de alto nivel de la CMSI+20 (Ginebra, Suiza, 7-11 de julio de 2025), la WACC expuso su postura sobre el papel de la sociedad civil en el avance hacia sociedades de la información centradas en las personas, inclusivas y orientadas al desarrollo. Tras dos décadas de acciones dirigidas a crear una sociedad de la información más justa, la WACC señaló que millones de personas siguen excluidas, no solo del acceso digital, sino también de una participación significativa en los sistemas que dan forma a la información y el conocimiento, la gobernanza y el poder.
La sociedad civil, especialmente en el Sur Global, está siendo silenciada cada vez más, no solo por el colapso de la ayuda internacional y la disminución de los fondos, sino también por la represión política. Las tecnologías y plataformas digitales, dominadas por el Norte Global, se utilizan para amplificar algunas voces y marginar otras.
En este momento crucial, existía una gran esperanza de que la CMSI+20 formulara propuestas audaces para repensar la concepción del desarrollo, fortalecer el papel de los actores nacionales y aumentar la accesibilidad, la asequibilidad y la rendición de cuentas. La WACC y sus socios acogieron con beneplácito estos llamamientos. Sin embargo, ninguna de estas transformaciones será posible sin confrontar también los legados coloniales, racistas y sexistas arraigados en el control de la información y el conocimiento, y en el despliegue de las tecnologías digitales, incluida la Inteligencia Artificial General.
WACC cree que la comunicación debe reconocerse no solo como una herramienta para lograr el progreso social, sino como un derecho fundamental para la dignidad humana, la capacidad de acción y la justicia social. Por ello, WACC apoya las siguientes reivindicaciones:
- Una regulación de los medios de comunicación que sirva realmente al bien común, y no solo a los intereses del mercado o del Estado.
- Ecosistemas mediáticos donde las voces lideradas por la comunidad no solo son apoyadas, sino priorizadas.
- Gobernanza democrática de datos que respeta la soberanía de las personas sobre su propia información.
- Nueva propiedad pública y sin ánimo de lucro de la infraestructura digital que defienda el bien público.
- Un régimen de conocimiento global justo, donde la verdad no esté dictada por el poder.
- Una reorganización de la economía digital global y su arquitectura financiera basada en los principios de equidad, inclusión y rendición de cuentas.
Para impulsar la justicia comunicativa a nivel mundial, debemos escuchar las voces de la gente común y responder de forma radical a sus inquietudes. Si en los próximos 20 años queremos cumplir la promesa de sociedades digitales justas e inclusivas, los derechos a la comunicación no deben ser un mero trámite en la gobernanza, sino un principio fundamental.
Fuente WaccGlobal. Texto original https://waccglobal.org/media-development-2025-4-editorial/

Philip Lee ,
secretario general
y ciudadano británico, se unió a la WACC en 1975 y actualmente es secretario general y editor de la revista internacional Media Development . Entre sus publicaciones se incluyen : Requiem: Here's Another Fine Mass You've Gotten Me Into (2001); Many Voices, One Vision: The Right to Communicate in Practice (ed.) (2004); Communicating Peace: Entertaining Angels Unawares (ed.) (2008) y Public Memory, Public Media and the Politics of Justice (coed.) (2012). En enero de 2013, la Academia de Teología Ecuménica India y Administración Eclesiástica de Chennai, India, le otorgó el título de Doctor en Divinidad (honoris causa). Como enlace del personal para la región de Norteamérica de la WACC, habla inglés, francés y español.





