(Bagnolet) Hoy, 17 de abril de 2024, en el Día Internacional de las Luchas Campesinas, La Vía Campesina conmemora 28 años de la Masacre de El Dorado de Carajás en Brasil y denuncia la impunidad con la que se acosa, ataca y criminaliza a campesinos e indígenas en todo el mundo.
Cada año, dedicamos esta fecha para movilizarnos en apoyo a las luchas en curso de campesinxs, comunidades rurales, comunidades indígenas, pastorxs, pescadorxs, migrantes y trabajadorxs rurales en todo el mundo.
Como movimiento campesino global, denunciamos y resistimos a las diversas formas de opresión: genocidios, guerras, hambrunas, desalojos, persecución, criminalización y violencia sistémica, en un contexto geopolítico dominado por las fuerzas avanzadas del imperialismo, el neocolonialismo y el capitalismo explotador. Nuestros esfuerzos, que obtuvieron un consenso total en la 8°Conferencia Internacional recientemente concluida, abarcan un conjunto diverso de iniciativas, incluido el Grupo de Trabajo para supervisar la aplicación de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los campesinos y otras personas que trabajan en zonas rurales, los esfuerzos para ampliar el movimiento mundial por la Soberanía Alimentaria contribuyendo activamente al Foro Mundial por la Soberanía Alimentaria en 2025. Estas acciones ejemplifican la respuesta de La Vía Campesina al contexto de crisis que enfrentamos.
En este Día Internacional de las Luchas Campesinas, nuestras organizaciones miembros en todo el mundo participan en una gran variedad de actividades. Estas incluyen manifestaciones de denuncia y solidaridad, intercambios de semillas, siembra de cultivos tradicionales, venta de productos agroecológicos, conferencias con otros movimientos sociales y diversas acciones más. Estos esfuerzos nutren los procesos globales y propulsan las demandas colectivas de Soberanía Alimentaria y justicia social. A continuación, se presenta un resumen conciso de las luchas emergentes a nivel mundial.
La implacable marcha del neocolonialismo: genocidios, guerras, crisis y hambruna en todo el mundo
En diversas naciones, los efectos perniciosos del neocolonialismo son claramente evidentes. En Palestina, lxs agricultores de la UAWC están llamando urgentemente a un alto al fuego en medio del genocidio perpetrado por Israel en Gaza, un crimen contra la humanidad que viene resultando en la pérdida de más de 33,000 vidas y dejando a cientos de miles, especialmente niñxs y mujeres, en condiciones graves de hambruna. Se necesitan acciones de denuncia, solidaridad constante y las contribuciones de ayuda humanitaria para ayudar a las familias afectadas. Similarmente, Sudán se enfrenta a una brutal guerra civil, respaldada por fuerzas imperialistas y regionales, que asola el país con el objetivo de saquear sus recursos. Este conflicto, ignorado por la comunidad internacional, ha desplazado a más de 6 millones de personas, destruido infraestructura y agravado la hambruna. Lxs campesinxs sudaneses exigen el fin de esta intervención extranjera para permitir que el pueblo determine su destino y preserve la unidad.
En Haití, el país enfrenta una crisis creciente de hambre e inseguridad, similar a un genocidio lento. Las pandillas criminales interrumpen la distribución de alimentos, aumentando los precios en medio de la escasez de combustible. A pesar de estos desafíos, lxs campesinos abastecen valientemente los centros urbanos, viajando por rutas peligrosas, donde a menudo enfrentan robos, secuestros y asesinatos. Las organizaciones campesinas haitianas abogan por una transición política impulsada por el pueblo, libre de interferencias coloniales. Mientras tanto, en Cuba, el campesinado denuncia enérgicamente la inclusión del país en la lista de EE. UU. de patrocinadores del terrorismo, junto con el bloqueo económico severo, que afecta drásticamente su soberanía. En el marco del 65 aniversario de la Reforma Agraria, las familias campesinas y lxs trabajadores agrícolas piden a los Estados que defiendan los derechos cubanos a la soberanía nacional y alimentaria, lo que les permitirá seguir alimentando a la población. En Ecuador, el campesinado lucha contra la creciente militarización y el incumplimiento del derecho internacional, destacando especialmente la presencia del Comando Sur en Sudamérica bajo la influencia del gobierno de EE. UU.
En otras latitudes, las comunidades rurales en Níger, Burkina Faso y Malí, que constituyen el 80% de la población, soportan una carga desproporcionada de sanciones neocoloniales impuestas por la CEDEAO, la Unión Económica y Monetaria del África Occidental y la Unión Europea. En respuesta a la afectación concreta del derecho a la alimentación en las comunidades sahelianas, nuestras organizaciones miembros están participando activamente en esfuerzos de incidencia en la ONU, buscando liberar a sus países de la influencia neocolonial.
Asesinatos y persecuciones persisten en defensa de la tierra, los territorios y la vida
En Argentina, un líder de la organización campesina MOCASE fue asesinado por una banda armada asociada con la usurpación de tierras en la región norte del país. Lxs campesinos exigen justicia y condenan la violencia generalizada y los desalojos frecuentes infligidos por grupos poderosos relacionados con el agronegocio. Al mismo tiempo, lxs campesinos en Tanzania enfrentan arrestos y encarcelamientos repetidos por cultivar en tierras ancestrales reclamadas por empresarios poderosos. Las acciones del gobierno para transferir tierras de aldeas a granjas de bloques para cultivos de exportación están desplazando a miles de agricultorxs y amenazando el acceso al agua. Conflictos similares están estallando en todo el país, recordando el fallido proyecto ProSavana en Mozambique. A pesar de los desafíos, lxs agricultorxs tanzanxs están organizando resistencia para defender sus tierras contra la agricultura corporativa y posibles nuevas oleadas de acaparamiento de tierras. También en Guatemala, las organizaciones indígenas y campesinas condenan los desalojos continuos en territorios y siguen comprometidas con avanzar hacia la soberanía alimentaria dentro del país.
Nuestra organización campesina en Panamá persiste en su lucha contra el extractivismo en todas sus formas, especialmente oponiéndose a las actividades mineras. Destacan el papel crucial de promover la democracia en las próximas elecciones para abordar la difícil situación de las comunidades marginadas afectadas por prácticas explotadoras, que han cobrado la vida de decenas de líderes indígenas y campesinxs. También en Francia, el proyecto de ley de orientación agraria promovido por el gobierno enfrenta críticas de las organizaciones campesinas. Criticado por acelerar un plan social que alimenta la desaparición de agricultorxs, el proyecto de ley es condenado por promover la concentración de tierras y recursos, en detrimento de las mayorías. Mientras tanto, en Tailandia, la batalla de nuestra organización miembro contra el impacto de las represas, destacada especialmente por los efectos adversos de la represa de Sirinthorn en las comunidades locales, subraya la necesidad urgente de una compensación justa, prácticas sostenibles de manejo de tierras y justicia ambiental. En Indonesia, lxs campesinxs de Kutai Barat, Borneo Oriental, y Tanjung Jabung Barat, Jambi, son criminalizados por movilizarse para defender sus tierras y la producción de alimentos; esto en un contexto en que a nivel nacional el campesinado está exigiendo apoyo al precio mínimo del arroz que producen.
Las movilizaciones continúan contra las políticas públicas que empobrecen al campesinado y alimentan el hambre
Las luchas campesinas en Sri Lanka persisten contra la deuda nacional y el FMI, con victorias recientes en su campaña contra las firmas de microfinanzas. Después de esfuerzos de defensa sostenidos, el gobierno ha revertido una enmienda propuesta. En Bangladesh, BAFLF continúa su lucha por mejores salarios para los trabajadores agrícolas en las granjas de universidades estatales, mientras que en Pakistán, PKRC lidia con la creciente deuda y los precios en aumento. En Nepal, ANPFA intensifica su lucha contra los ‘bancos de tierras’ propuestos, que considera una amenaza para los bienes comunes y las tierras indígenas.
Por otro lado, las comunidades campesinas en Uganda luchan contra los impactos negativos de las Inversiones en Tierras a Gran Escala (ILSGE), que a menudo no benefician a las zonas de influencia directa como se prometió. Especialmente en regiones como el norte de Uganda, lxs agricultorxs a pequeña escala, especialmente aquellxs en el sector del café, enfrentan desafíos para relacionarse con los inversores a gran escala, lo que resulta en marginación y beneficios limitados. En Zimbabwe, el aumento de los precios de los alimentos y la devaluación de la moneda empeoran la inseguridad alimentaria, afectando a millones en la región. Al mismo tiempo, las inundaciones y la escasez de agua agravan la crisis, destacando la urgente necesidad de soluciones agrícolas sostenibles.
En Bélgica y en toda Europa, lxs agricultorxs exigen precios e remuneraciones justas, instando a poner fin a las negociaciones sobre acuerdos comerciales injustos como el acuerdo UE-Mercosur. Aunque se ha logrado cierto progreso, las propuestas recientes de la UE han sido insuficientes. Con las elecciones europeas en el horizonte, lxs campesinxs están decididos a presionar por sus derechos y buscar apoyo para prácticas agroecológicas y la preservación de semillas campesinas. En la misma línea, mientras India se prepara para sus próximas elecciones, las organizaciones campesinas intensifican sus llamamientos para obtener mejores precios y garantías legales para asegurar precios mínimos de apoyo. Al mismo tiempo, persisten en su resistencia contra los OGM y abogan en contra de las flexibilizaciones regulatorias para los ensayos de maíz transgénico.
En Australia, el campesinado denuncia la reciente introducción de una política neoliberal de exportación y mercado de la biodiversidad, que amenaza con concentrar la propiedad de la tierra, perjudicar a los pequeños agricultores y conducir potencialmente a la pérdida de sus tierras debido a la volatilidad de las condiciones del mercado.
La reforma agraria gana impulso a medida que se pone en acción UNDROP
En Brasil, las comunidades campesinas, inspiradas por el espíritu perdurable del Abril Rojo, nacido hace 28 años después de la masacre de Eldorado do Carajás, continúan haciendo campaña incansablemente por la reforma agraria y la soberanía alimentaria. Su dedicación firme a estas causas sigue siendo un punto focal en las luchas en curso, tanto a nivel regional como global. Continuando la lucha, Colombia recientemente alcanzó un hito al asegurar el reconocimiento de lxs campesinxs como sujetos de derechos con protección constitucional especial. El movimiento aboga vigorosamente por la reforma agraria, aprovechando la Declaración de Derechos Campesinos respaldada por la ONU como una herramienta política. Como un paso más hacia la implementación de la UNDROP para la reforma agraria y garantizar un acceso equitativo a los bienes comunes. Colombia acogió una Conferencia Internacional sobre Acaparamiento Global de Tierras con la participación de una delegación internacional de La Vía Campesina. Este evento marca una de las muchas acciones que el movimiento está llevando a cabo a nivel mundial para implementar UNDROP en diversos países y comunidades.
En solidaridad y en contra de todas las violaciones de los derechos humanos y campesinos, continuamos la lucha contra el neocolonialismo, el patriarcado y el capitalismo. Nos comprometemos inquebrantablemente con una transición agroecológica justa para alcanzar la justicia climática. Estos son los principios fundamentales que impulsan la lucha global por la soberanía alimentaria promovida por La Vía Campesina y sus organizaciones miembros.
En este Día Internacional de Acción por las Luchas Campesinas, unimos y levantamos nuestras voces:
¡Construyamos Solidaridad! ¡Basta de Genocidio, Desalojos y Violencia!