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Noticias | Victor Hugo Soto García

La situación en Haití es muy crítica, especialmente en la capital, asegura la máxima representante de la ONU en el país, que explica que es vital abordar el problema de la violencia, porque es una condición sine qua non para poder hacer otras cosas.

Haití atraviesa una profunda crisis. Alrededor de 1,6 millones de personas en el país se enfrentan a una grave inseguridad alimentaria, mientras que la capital, Puerto Príncipe, está sumida en una violencia de bandas armadas que se ha cobrado miles de vidas desde enero de este año y ha expulsado a más de 700.000 personas de sus hogares.

Para combatir esta violencia, el Consejo de Seguridad de la ONU autorizó una misión multinacional de apoyo a la seguridad, no perteneciente a la ONU, cuyas primeras tropas se desplegaron a principios de verano, bajo la dirección de Kenia.

Para conocer mejor la situación actual, Noticias ONU entrevistó* a la máxima representante de la ONU en el país caribeño Ulrika Richardson, durante su última visita a la sede de Naciones Unidas.

La situación en este país caribeño es «crítica», dijo Richardson, subrayando que los haitianos «quieren, como usted y como yo, poder vivir, no sólo sobrevivir».

Un país, dos realidades

Noticias ONU: ¿Cuál es la situación de Haití en este momento?

Ulrika Richardson: La situación en Haití es muy crítica, especialmente en la capital.

Incluso se podría decir que hay dos realidades en el país. Hay una realidad muy alarmante en la capital, donde las bandas siguen ejerciendo su influencia y control sobre muchos distritos de la capital. Esto significa que para la población la vida es casi imposible, con el riesgo de morir por balas perdidas, pero también de ser atacada y violada.

La Coordinadora Humanitaria de la ONU para Haití, Ulrika Richardson, explica la situación del país a UN Info durante su última visita a la sede de la ONU.
ONU
 
La Coordinadora Humanitaria de la ONU para Haití, Ulrika Richardson, explica la situación del país a UN Info durante su última visita a la sede de la ONU.

Muchos barrios están completamente bajo el control de bandas que imponen una violencia brutal. Y no se privan de violar en grupo a mujeres y niños. Reclutan niños en sus filas, y eso es muy preocupante.

Hay muchos desplazados; se calcula que hay más de 700.000 desplazados internos en el país. La gente se ve obligada a huir de sus casas y barrios, por lo que la situación es muy crítica, sobre todo en la capital.

Por otro lado, la realidad es un poco diferente en el resto del país, donde la vida continúa, aunque hay muchos desplazados que huyen hacia el sur e incluso hacia el norte.

Noticias ONU: Ante esta situación, ¿qué reclaman los haitianos?

Ulrika Richardson: Los haitianos quieren lo mismo que usted y yo: quieren poder vivir, no sólo sobrevivir.

Cuando hablo con los haitianos, eso es lo que dicen: quiero seguir con mi vida. Los jóvenes dicen que tienen sueños y que quieren tener la oportunidad de cumplirlos, como todo el mundo.

Los padres quieren que sus hijos vayan a la escuela. Es un signo de esperanza para ellos. La reapertura prevista de las clases en octubre tuvo lugar en condiciones muy difíciles, y no todos los niños pudieron volver a la escuela.

Esto significa que los haitianos quieren vivir con dignidad. Quieren poder salir de sus casas sin arriesgar sus vidas. Quieren poder vivir, tener un empleo e ir a trabajar.

La violencia sigue ahí.

Noticias ONU: Ante esta situación de violencia, el Consejo de Seguridad ha encomendado una misión multinacional de apoyo a la seguridad para reforzar la policía nacional haitiana. Parte de esta misión se desplegó este año, bajo la dirección de Kenia. ¿Está teniendo su presencia un impacto palpable?

Ulrika Richardson : Lo que podemos ver es que la violencia sigue ahí.

Eso significa que realmente necesitamos un apoyo mucho más fuerte. Significa que se necesita una mayor inversión en esta misión multinacional ajena a las Naciones Unidas. Pedimos a todos los Estados que contribuyan a la misión para garantizar que dispone de los recursos necesarios para apoyar a la Policía Nacional de Haití sobre el terreno, que ya está realizando un excelente trabajo en condiciones muy difíciles.

Pero realmente se necesita mucha más inversión en esta misión multinacional.

Noticias ONU: Otro problema es la afluencia de armas. Ha habido muchos llamamientos para detener la importación y, por tanto, el flujo de estas armas. ¿Cómo puede hacerse esto?

Ulrika Richardson : Existen sanciones y eso significa que hay acuerdo sobre la necesidad de detener el suministro de armas. Si observamos cómo operan las bandas, vemos que se apoyan en todo un sistema de delincuencia organizada, alimentado también por la corrupción y la impunidad. Tenemos que cortar por lo sano.

Noticias ONU: Ha mencionado a los jóvenes y el hecho de que las bandas reclutan a jóvenes. Esto complica la respuesta a las bandas. ¿Cómo podemos garantizar que no haya más violaciones y violencia contra estos jóvenes cuando demos una respuesta?

Ulrika Richardson : Necesitamos una respuesta muy adaptada a los jóvenes, pero también a los niños. Así que obviamente necesitamos una respuesta diferenciada y también un enfoque integrado.

Actualmente estamos trabajando con UNICEF, varias agencias del equipo de país de Naciones Unidas en Haití, BINUH y otros socios para identificar los mejores mecanismos para atender a los niños y jóvenes, incluidos aquellos que han sido reclutados por las bandas, para que puedan tener la oportunidad de tener un futuro mejor. Esto puede implicar una escolarización formal o no formal, pero eso está por definir.

Queremos darles la oportunidad de soñar con un mañana mejor, realizando actividades nobles con dignidad.

Las pandillas controlan la mayoría de la capital haitiana, Puerto Príncipe.
© UNOCHA/Giles Clarke
 
Las pandillas controlan la mayoría de la capital haitiana, Puerto Príncipe.

Ayuda en medio de la violencia

Noticias ONU: ¿Cómo afecta este contexto tan violento a su labor humanitaria? ¿Puede prestar apoyo a la población? ¿Han tenido que encontrar respuestas creativas?

Ulrika Richardson : Para nosotros, para mí y para muchos de los que trabajamos en Haití, un país enormemente entrañable, es muy frustrante ver la situación tal y como está ahora.

El país tiene potencial. Es un país con una historia noble. Realmente hay que mirar la historia de Haití. Fue uno de los países más vanguardistas en términos de derechos humanos y libertad, principios que están muy cerca de lo que son nuestros valores hoy en día.

Por eso es frustrante ver toda esta violencia. Es vital abordar el problema de la violencia ahora. Es una condición sine qua non para poder hacer otras cosas.

Pero incluso en un contexto como este, conseguimos llegar a la población de la capital y del resto del país, lo que requiere un enfoque diferente. Sí, estamos trabajando con la población, incluidos los más vulnerables. Estamos trabajando con actores humanitarios que realmente intentan, y lo consiguen, llegar a la población. Pero esto es Haití, por supuesto, y hay que ser coherente y estar muy motivado.

Creo que hemos tenido éxito no sólo porque nuestros colegas están muy motivados, sino también por la solidez de nuestros socios haitianos. Y eso es lo que nos mantiene motivados.

Tenemos organizaciones de derechos humanos, organizaciones humanitarias, organizaciones locales y comunitarias y artesanos muy activos y competentes, y trabajamos con ellos. Esto nos da una motivación extra y nos hace más eficaces.

Noticias ONU: Ha mencionado el fin de la violencia como una prioridad. ¿Cuáles son sus prioridades actuales e inmediatas?

Ulrika Richardson: No tenemos una sola prioridad. Tengo que decir que llevo casi 30 años en las Naciones Unidas y es muy raro encontrar un país en el que trabajemos con una sola prioridad.

La situación es realmente polifacética, multidimensional y multisectorial. Todo está interrelacionado, aunque la seguridad sigue siendo primordial en este contexto de violencia extrema.

Y por eso pedimos un mayor compromiso con la misión multinacional de apoyo a la seguridad. Este es también el llamamiento del pueblo haitiano, el llamamiento del Consejo Presidencial de Transición y el llamamiento del Gobierno.

Al mismo tiempo, necesitamos trabajar en paralelo en muchas áreas. Esto significa que necesitamos enfoques paralelos y complementarios.

Esto significa que, al tiempo que abordamos la cuestión de la seguridad, también debemos trabajar en otras cuestiones como la prevención, la lucha contra la corrupción y la impunidad, y todo lo que tenga que ver con la aplicación y el establecimiento del Estado de derecho.

La sociedad tiene que ser capaz de reconciliarse en algún lugar

Noticias ONU: ¿También la cohesión social?

Ulrika Richardson: Creo que ha llegado el momento de volver a la normalidad, aunque no me gusta utilizar la palabra «normal». Pero muchos haitianos no tienen escuelas, sanidad, protección social, trabajo, vivienda, calles limpias, un medio ambiente sano o justicia. Así que es hora de volver a la normalidad, y con eso, sin duda, la sociedad está preparada para avanzar.

Nos frustra mucho ver que está tardando tanto en materializarse. Y de ahí viene la motivación, pero también el compromiso de pedir a todos los Estados miembros que presten la ayuda sostenida que Haití necesita.

Me gustaría que todos los que formamos parte de las Naciones Unidas siguiéramos basándonos en este compromiso.

Noticias ONU: Ha mencionado la motivación. A menudo hay que reunirse con la gente y hablar con ella. ¿Qué es lo que más le ha llamado la atención de estos intercambios?

Ulrika Richardson: Hay varios, especialmente los intercambios con chicas jóvenes que han sido violadas y se han quedado embarazadas.

También había un chico joven de unos 15 años. Le hice las siguientes preguntas: ¿Qué ves? ¿Qué quieres? Respondió: bueno, quiero irme a la cama por la noche y saber que mi familia y yo nos íbamos a despertar en paz sin tener que despertarme con el sonido de disparos y armas. Sólo quiero eso. Eso es todo lo que quiero.

También conocí a un joven de 18 o 19 años en un barrio muy pandillero. Charlé con él y con sus amigos. Le pregunté qué hacer. Me miró y me dijo: “Mira a tu alrededor. ¿Qué ves?”

Vi montañas, basura, casas destruidas, calles intransitables, gente visiblemente marcada por la penuria, la violencia y la pobreza. Entonces, me dijo que quería que volviera el Estado; que quería orden; que quería volver a tener una vida algo normal.

“Lo que falta es la presencia del Estado, que las bandas hacen todo lo posible por impedir”, explicó.

Lanzamiento de la campaña «Vuelta al cole» en la École Nationale Mixte de Léogâne el 2 de octubre.
UNICEF/ Herold Joseph
 
Lanzamiento de la campaña «Vuelta al cole» en la École Nationale Mixte de Léogâne el 2 de octubre.

Motivación en la insparación del trabajo de la ONU

Noticias ONU: ¿Qué le da valor para seguir adelante y llevar a cabo su misión?

Ulrika Richardson: Creo que es el hecho de sentirse comprometida con una causa. Para mí, la causa, los valores de las Naciones Unidas, la humanidad, es poder contribuir, poder ayudar, aunque sea de forma limitada, a que Haití recupere su lugar en el concierto de las naciones.

Este país fue una inspiración para la libertad, la soberanía y todo lo relacionado con los derechos humanos. Así que para mí es motivador e inspirador.

Es un país enormemente bello y un pueblo con una historia y una cultura muy ricas, con arte y literatura.

Todo eso me motiva.

*La entrevista ha sido editada para mayor claridad y entendimiento.

Fuente Naciones Unidas