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Francisco cercano al pueblo de Haití que sufre demasiado. Al final de la audiencia general, el Santo Padre recordó la tragedia provocada por la explosión de un camión cisterna que transportaba combustible en Cabo Haitiano. Unas 70 personas murieron, entre ellas muchos niños, y decenas resultaron heridas, actualmente están hospitalizadas: recemos por estos "hermanos y hermanas duramente probados", dijo Francisco

Andrea De Angelis – Ciudad del Vaticano

Una nueva herida para el pueblo de Haití, esta vez relacionada con una trágica explosión que ha causado numerosas víctimas, entre ellas varios niños. El pensamiento del Papa se dirigió hoy a los heridos y a sus familias, al final de la audiencia general de esta mañana. "Pobre Haití – dijo Francisco en el Aula Pablo VI – una detrás de la otra, es un pueblo que sufre...

“Recemos, recemos por Haití: son gente buena, buena gente, gente religiosa, pero están sufriendo mucho”

Francisco dijo que está "cerca de los habitantes de esa ciudad y de las familias de las víctimas, así como de los heridos", e invitó a los fieles a unirse "en la oración por estos hermanos nuestros que son tan duramente probados".

Crónica

Al menos 69 personas murieron cuando un camión cisterna que transportaba combustible explotó el lunes por la noche en Cabo Haitiano, una de las mayores ciudades de Haití en el Caribe. Así lo confirmó vicealcalde de la ciudad, Patrick Almonor, quien añadió que en estos momentos hay decenas de heridos en los hospitales y diversos centros médicos de la ciudad.

 

También hay escasez de personal médico en estos centros, y pocos medicamentos disponibles. La explosión dañó asimismo unas cincuenta casas, la mayoría de las cuales tendrán que ser demolidas.

Las víctimas

Las autoridades locales dijeron que las operaciones de rescate siguen en marcha y sugirieron que es probable que el número total de muertos aumente en las próximas horas. El primer ministro de Haití, Ariel Henry, declaró tres días de luto nacional por las víctimas de esta terrible tragedia. Esta es una de las muchas heridas que siguen abiertas en un país que, en los últimos 20 años, ha vivido numerosas crisis relacionadas con la política (el golpe de Estado de 2004, por ejemplo), con las catástrofes naturales y las epidemias de cólera, especialmente en el 2010. A ello se suma, el mismo año, el terremoto de 7 grados que destruyó gran parte del país, causando al menos 200.000 muertos.