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Economía | José Luis Soto

Tras París, Londres, Roma y Fráncfort, el primer tour del ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, acaba en Berlín. El ha puesto la sonrisa, pero el encuentro con su homólogo alemán ha sido frío. "Sólo estamos de acuerdo en que no estamos de acuerdo".

  Así de rotunda se muestra Alemania.

Enfrente, Grecia hoy ha rebajado el tono: "No podemos hacerlo solos, necesitamos vuestra ayuda". Varoufakis pide tiempo. Y ahí va la propuesta de Grecia: un programa puente hasta mayo para mientras negociar un nuevo contrato entre Grecia y Europa. Y también el FMI y el BCE como impone Bruselas. Algo que Alemania valora. Varoufakis también busca empatía en Alemania al recordarle que él hoy regresa a un país en el que la tercera fuerza política no es un partido neonazi, sino nazi. El Varoufakis de hoy no se parece al que hace unos días renegó de la troika dejando pálido al presidente del Eurogrupo. Se nota que ayer el BCE dio un golpe en la mesa al decir que va a restrinfir el crédito a Grecia si no sigue acometiendo reformas. Le deja solo la línea de crédito de emergencia que es más cara. Los griegos ya han salido a la calle esta tarde a protestar contra esa decisión con la que el BCE aprieta la soga. 

Publico.es