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Economía | Fuente Externa

Al menos 95 familias fueron víctimas diarias de ejecuciones hipotecarias en España durante todo 2014, calcula el nuevo informe del Instituto Nacional de Estadística. Pero la entidad pública española insiste en que no todas terminan con el desahucio de sus propietarios.

 

El número de ejecuciones hipotecarias registradas sobre viviendas habituales el año pasado en España ascendió a 34.680. El 61,7% de las mismas correspondió a hipotecas creadas entre 2005 y 2008, detalla el documento del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Según la distribución geográfica, el mayor número se registró en Andalucía. La segunda comunidad más afectada fue Cataluña y la Comunidad Valenciana se ubicó en tercera posición. En cambio, Navarra, La Rioja y País Vasco presentaron números muy reducidos.

El número total de edificios sobre los que se produjeron las ejecuciones, incluidas viviendas vacacionales, oficinas y propiedades agrarias incluidas, se elevó en 2014 a 119.422, lo que supone un 9,3% más que en 2013.

Con todo, el INE subraya que la inscripción de una certificación por ejecución hipotecaria no debe necesariamente interpretarse como un desalojo y que un procedimiento judicial puede dar lugar a varias certificaciones por ejecución de hipoteca. Desafortunadamente, el organismo estadístico español no ofrece datos sobre cuántas inscripciones terminan en desahucios.