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Salud |

La agencia sanitaria de la ONU alerta sobre un aumento muy preocupante de los fallecimientos en la mayoría de las regiones del mundo y llama a usar todas las herramientas disponibles para combatir al virus, no sólo las vacunas. El número de nuevos casos durante las últimas semanas supera a la totalidad del declarado durante 2020.

Desde la aparición de la variante ómicron hace diez semanas se han notificado cerca de 90 millones de casos a la Organización Mundial de la Salud (OMS), un registro superior al declarado en todo el año 2020, pero la mayor preocupación expresada este martes por el organismo fue el fuerte aumento de fallecidos por COVID-19 en la mayoría de las regiones del mundo durante las últimas cuatro semanas.

El director general de la Organización, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, manifestó su inquietud ante la creencia instaurada en algunos países de que, gracias a las vacunas y a la alta transmisibilidad, pero menor gravedad de ómicron “ya no es posible ni necesario prevenir la transmisión” de la enfermedad.

“Nada más lejos de la realidad”, sentenció, y añadió que “más transmisión significa más muertes. No estamos pidiendo que ningún país vuelva a los llamados confinamientos, pero sí pedimos a todos los países que protejan a su población utilizando todas las herramientas disponibles, no sólo las vacunas”, resaltó.

Tedros continuó su razonamiento advirtiendo que todavía es prematuro para cualquier país tomar posiciones de rendición o de victoria ya que el virus continúa siendo peligroso y sigue “evolucionando ante nuestros ojos”.

“La OMS está rastreando actualmente cuatro sublinajes de la variante de preocupación ómicron, incluido el BA.2. Este virus seguirá evolucionando, por lo que pedimos a los países que sigan realizando pruebas, vigilancia y secuenciación. No podemos luchar contra este virus si no sabemos lo que está haciendo”, alertó.

No es aconsejable levantar de golpe todas las restricciones contra el COVID-19

Por su parte, la doctora Maria Van Kerkhove recordó que durante los últimos siete días se han registrado más de 22 millones de nuevos casos de COVID-19 y continuó con el discurso de precaución expresado por Tedros ante el alto número de muertes, un escenario que indicó “no debería suceder en este momento cuando tenemos herramientas que realmente pueden prevenir esta situación”.

Ante la pregunta de si es aconsejable levantar las restricciones antes de alcanzar el pico de ómicron y con una propagación desbocada, como prevén hacer algunos países, la epidemióloga líder de la OMS destacó que la situación en cada nación es diferente y recomendó que cada territorio continúe usando sus herramientas disponibles, ya que no hay una solución que se adapte a las necesidades de todos.

“La forma en que los países utilicen estas herramientas depende de ellos, pero pedimos cautela porque muchos países aún no han pasado el pico de ómicron. Muchos tienen bajos niveles de cobertura de vacunación, con individuos muy vulnerables dentro de sus poblaciones. Así que ahora no es el momento de levantar todo de golpe”, explicó.

El doctor Michael Ryan, responsable de la respuesta de emergencia de la Organización, amplió la respuesta e indicó que los países que pretenden levantar las restricciones próximamente, como Dinamarca, Suecia o el Reino Unido entre otros, pueden tomar una decisión como ésta porque tienen niveles de vacunación muy elevados y su población está mayoritariamente protegida.

Sin embargo, especificó que “el problema es que cada uno está en una parte diferente de las laderas de esta montaña pandémica. Y es muy, muy importante en esta situación que un país no siga ciegamente al siguiente. Porque esa es una forma de caerse. Cada país tiene que encontrar su propio camino. (…) Puedes mirar lo que hacen otros países, pero, por favor, no sigas ciegamente lo que hacen todos los demás”, advirtió.