Contáctenos Quiénes somos
Noticias | Fuente Externa

Advierte que las repercusiones de este caso podrían influir significativamente en el periodismo mundial y en la libertad de expresión.

La experta independiente en tortura designada por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU pide a las autoridades británicas que consideraran el recurso de Julian Assange basándose en los temores fundados de que, en caso de extradición, correría el riesgo de ser sometido a un trato equivalente a tortura u otras formas de malos tratos o penas. Advierte que las repercusiones de este caso podrían influir significativamente en el periodismo mundial y en la libertad de expresión.Antes de la próxima audiencia judicial de Julian Assange en el Reino Unido, en la que cabe la posibilidad de que sea extraditado a Estados Unidos, una experta independiente en derechos humanos de la ONU expresó su preocupación por la posibilidad de que se produzcan graves violaciones de los derechos del fundador de WikiLeaks. 

La relatora especial sobre la tortura*, Alice Jill Edwards advirtió de que las repercusiones de este caso podrían influir significativamente en el periodismo internacional y en la libertad de expresión e hizo un llamamiento a las autoridades británicas para que "detengan cualquier posible extradición por temor a que la salud de Assange pueda verse "irreparablemente dañada" por la extradición.En una entrevista con Noticias ONU, Edwards expresó su preocupación por la salud mental y física de Assange y afirmó que "el mundo está siguiendo este caso muy, muy de cerca", debido a las posibles implicaciones del resultado para la libertad de expresión en todo el mundo.Está previsto que los días 20 y 21 de febrero se celebre ante el Tribunal Superior de Londres la última apelación nacional tras una larga batalla legal sobre la extradición.Assange se enfrenta a 18 cargos penales en Estados Unidos por su presunta participación en la obtención y divulgación ilícitas de documentos clasificados relacionados con la defensa nacional, incluidas pruebas que revelan presuntos crímenes de guerra.Lleva detenido en Reino Unido desde 2019, y actualmente se encuentra recluido en la prisión de Belmarsh.Protección de los denunciantesNoticias ONU: ¿Cree que la extradición de Julian Assange podría sentar un precedente peligroso para la libertad de prensa y el periodismo en todo el mundo o para los casos de denunciantes y periodistas?Alice J. Edwards: Considero que los Estados deben poder entablar relaciones diplomáticas y mantener correspondencia confidencial entre ellos.

De hecho, nuestra paz y seguridad internacionales dependen de ese nivel de seguridad. Sin embargo, los derechos humanos exigen que también seamos transparentes cuando se producen transgresiones, o crímenes de guerra, como se ha alegado en relación con algunos de los telegramas e información que se hicieron públicos.Toda ley, ya sea de traición o de seguridad nacional, debería incorporar la protección de los denunciantes o una defensa de la denuncia. En este momento, ese no es el caso en Estados Unidos, según tengo entendido. La ley que se está aplicando no se ha actualizado para reflejar las normas de derechos humanos del siglo XXI.

Y eso es muy problemático para otras personas que se encuentran en una situación similar a la de Julian Assange, que pueden desear dar a conocer información sobre actividades que están siendo llevadas a cabo por sus gobiernos.De hecho, todo el sistema internacional funciona sobre la base de nuestra capacidad de decir lo que pensamos, de hablar libremente y de revelar y pedir cuentas a los gobiernos por posibles violaciones. Y luego, por supuesto, debe seguir la rendición de cuentas.Así pues, el mundo sigue este caso muy, muy de cerca. Me gustaría ver que los Estados Unidos y el Reino Unido llegan a una resolución ... que no requiere que Julian Assange sea extraditado a los Estados Unidos dadas sus condiciones médicas actuales.

* Los relatores especiales son expertos en derechos humanos nombrados por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU para cuestiones temáticas específicas. Trabajan de forma voluntaria y son independientes de cualquier gobierno u organización. Desempeñan sus funciones a título individual, no son funcionarios de la ONU y no perciben salario alguno.