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Noticias | Por Redacción Espacinsular

El titular de la ONU pide más medidas para garantizar el despliegue de la misión de apoyo a la seguridad y una solución política que pueda resolver los problemas fundamentales del país.

Señala que el tráfico de armas se ha convertido en la amenaza más importante para la seguridad en toda América Latina y el Caribe. 

El Secretario General de la ONU pidió este viernes un mayor apoyo a la misión internacional para ayudar a Haití a combatir la violencia de las bandas en su discurso ante los líderes regionales reunidos en San Vicente y las Granadinas.

El país insular acoge la última cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), integrada por más de 30 países.

António Guterres destacó la necesidad de solidaridad en los ámbitos de la paz y la seguridad, el desarrollo sostenible, la cohesión social y la acción por el clima.

La paz es posible

"América Latina y el Caribe han demostrado que unirse por la paz es posible y marca la diferencia", afirmó.

Destacó los "importantes avances" logrados en el proceso de paz en Colombia y la declaración conjunta firmada recientemente por Guyana y Venezuela para reducir las tensiones fronterizas.

Sin embargo, señaló que la delincuencia organizada sigue asolando muchos países.

Amenaza del tráfico de armas

"El tráfico de armas se ha convertido en la amenaza más importante para la seguridad de la región", afirmó el titular de la ONU. "No será posible combatirlo eficazmente sin una cooperación internacional mucho más fuerte, desde el origen hasta las calles".

En este sentido, dio la bienvenida a la asociación de seguridad lanzada recientemente por los países andinos para ayudar a Ecuador, mientras que el nuevo Gobierno en Guatemala "ofrece una oportunidad para avanzar en el desarrollo democrático, el Estado de derecho y otros aspectos clave de la agenda de paz."

Advirtió de que la ya de por sí grave situación de Haití empeora día a día, pues las bandas mantienen al país como rehén y utilizan la violencia sexual como arma.

Apoyo a Haití

El pasado mes de octubre, el Consejo de Seguridad de la ONU autorizó una misión multinacional de apoyo a la seguridad para respaldar a la policía nacional, que Kenya se ha ofrecido a dirigir. Varios países, entre ellos miembros de la CELAC, hicieron promesas adicionales de apoyo durante un acto celebrado al margen de la reunión del G20 en Brasil la semana pasada.

"Acojo con satisfacción estos esfuerzos, pero hay que hacer mucho más para garantizar el despliegue de esta misión sin más demora y una solución política que pueda resolver los problemas fundamentales del país", declaró.

El Secretario General António Guterres (izquierda) pronuncia un discurso en la VIII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en San Vicente y las Granadinas.
Foto ONU/Lucanus Ollivierre
 
El Secretario General António Guterres (izquierda) pronuncia un discurso en la VIII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) en San Vicente y las Granadinas.

Estímulo al desarrollo sostenible

Al abordar el desarrollo sostenible, el Secretario General informó de que los esfuerzos para lograr un futuro mundial más justo y equitativo están en peligro.

Esto ocurre en un momento en que millones de personas de la región se enfrentan al hambre y la pobreza, y mientras muchos países se ahogan en la deuda.

El pasado mes de septiembre, los líderes mundiales respaldaron su propuesta de 500.000 millones de dólares anuales de financiación para impulsar el desarrollo sostenible, pero "desgraciadamente, la resistencia ha sido severa". 

Guterres expresó su esperanza de que la Cumbre del Futuro que se celebrará en la sede de la ONU el próximo mes de septiembre avance hacia la reforma de "una arquitectura financiera mundial injusta, anticuada e ineficaz".

Justicia climática y financiación

El Secretario General llegó el jueves a San Vicente y las Granadinas. En una rueda de prensa en Kingstown, la capital, expresó su solidaridad con los pequeños Estados insulares en desarrollo que se encuentran en primera línea de la lucha contra el cambio climático.

Apeló a una mayor acción para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, algo que, dijo, "es esencialmente responsabilidad de los países del G20", ya que estas naciones más ricas son las principales contaminantes.

"Pero necesitamos mucha más justicia climática, lo que significa mucha más financiación disponible a un coste razonable para la adaptación y la mitigación para los países en desarrollo y, en particular, para los pequeños Estados insulares en desarrollo", afirmó.