Hoy se cumplen 52 años del genocidio cometido en la comunidad de Palma Sola, Las Matas de Farfán, Provincia San Juan de la Maguana, contra los simpatizantes de Olivorio Mateo.

 Mateo o el profeta fue acribillado en 1922 en la Cordillera Central por un destacamento de la tropa auxiliar dominicana creada por el Gobierno Militar.

Sin embargo, pese a su muerte, los liboristas quedaron intactos no solo en Las Matas o en el municipio de San Juan sino en una buena parte de la República Dominicana e incluso existen reportes que también células del movimiento se encontraban en Haití.

La trama contra el liborismo tuvo su máxima expresión con la matanza de Palma Sola, hecho ocurrido el 28 de diciembre de 1962.

Para ejecutar ese genocidio se escogió al oficial policial de nombre Francisco Alberto Caamaño de Deñó, quien tres años después del horrible acontecimiento asume la defensa de la patria en el episodio histórico conocido como la Revolución de Abril de 1965 y más luego el desembargo de Caracoles.

A 52 años de la masacre, la sangre, el sonido de las metralletas y la rabia e impotencia de los lugareños está presente.