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Francois Hollande se convirtió el martes en el primer presidente de Francia en realizar una visita formal de estado a Haití, que fue la más rentable de las colonias francesas por sus vastos recursos y una brutal esclavización en haciendas antes del estallido de una revuelta independentista hace más de dos siglos.

Para el gobierno y la comunidad empresarial de Haití, la visita es una buena oportunidad para alentar las inversiones y destacar los avances logrados desde el devastador terremoto de 2010 que arrasó gran parte de Puerto Príncipe y sus alrededores.

Sin embargo, para algunos habitantes de este país sumido en una gran pobreza, la visita de Hollande es un recordatorio del precio desgastante que se pagó por la exitosa rebelión de esclavos que convirtió a Haití en la primera república negra en 1803.

En 1825, ante la parálisis que le causaba un embargo internacional impuesto por buques de guerra franceses, Haití aceptó pagar a Francia una "deuda de independencia" de 150 millones de francos de oro para indemnizar a los colonizadores por la pérdida de tierra y esclavos.

Más tarde se redujo el monto a 90 millones de monedas de oro, pero la deuda había arruinado a la nación caribeña, que terminó de pagarla a bancos franceses y estadounidenses en 1947.

"Los haitianos sabemos que gran parte de la razón por la que sufrimos hoy es porque nos vimos obligados a pagarle a Francia por nuestra libertad. Si no se nos hubiera castigado hace tantos años por nuestra independencia, habríamos tenido mejores condiciones", comentó Jean-Marc Bouchet en medio de una empolvada calle de la capital.

Unos 200 manifestantes que gritaban lemas y una fuerte presencia policial recibieron a Hollande y al presidente haitiano Michel Martelly en la plaza Champ de Mars, en el centro de la ciudad, donde ambos depositaron una ofrenda floral en la estatua del héroe de la independencia, Toussaint Louverture.

"No podemos cambiar la historia, pero podemos cambiar el futuro", dijo Hollande, que prometió nuevo respaldo al desarrollo de Haití, incluidos unos 145 millones de dólares para mejoras a la educación.

Durante la última semana, el mandatario francés ha recorrido islas de habla francesa en el Caribe además de Cuba, donde antes de concluir su visita el martes afirmó que su país será "un aliado fiel" durante las reformas que emprenda La Habana a la economía centralizada de la isla.