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Un hombre entró en una discoteca para homosexuales en el centro de Orlando y disparó indiscriminadamente. El agresor fue abatido por los agentes. Hay al menos 53 heridos. Las autoridades han declarado el estado de emergencia. El atacante, identificado como Omar Mateen, llamó a Emergencias antes de la matanza y declaró su lealtad al Estado Islámico.

 NUEVA YORK.- Cincuenta personas han muerto y 53 han resultado heridas a consecuencia de un tiroteo ocurrido este domingo en los alrededores y en el interior de un club nocturno de la ciudad de Orlando, en Florida (Estados Unidos). El ataque fue perpetrado por un  individuo armado con un fusil de asalto AR-15 y una pistola. El FBI sospecha que el agresor, que finalmente fue abatido por la Policía, tenía vínculos con el terrorismo yihadista. Según la cadena NBC, el autor de la matanza llamó poco antes de iniciar el tiroteo al teléfono de emergencia 911 y declaró su lealtad al grupo terrorista Estado Islámico (EI).

Pasadas las 20:30 horas de la tarde del domingo el Estado Islámico ha reivindicado la autoría del atentado perpetrado anoche en Orlando. La reivindicación ha sido publicada por la agencia de noticias Amaq, considerada afín al grupo yihadista.

El incidente comenzó en torno a las 2.00 de la madrugada hora local —las 8.00, hora peninsular española—, cuando un individuo cruzó varios disparos con al menos nueve agentes de Policía antes de atrincherarse en un conocido club de ambiente gay de Orlando, la discoteca Pulse, donde se encontraban al menos 320 personas que tomó como rehenes.

Múltiples unidades de Emergencias y Policía —entre ellas unidades de artificieros y equipos especiales— llegaron al lugar conforme la Policía pudo confirmar que el individuo también transportaba lo que ha sido descrito como "un artefacto sospechoso". Tras los esfuerzos infructuosos de un negociador, la Policía decidió entrar en el local y mataron al asaltante. El jefe de Policía de Orlando indicó que hubo comunicación durante tres horas con los rehenes, pero no dio más detalles.

Tras el tiroteo final, en el que intervinieron las unidades de acción rápida SWAT y un vehículo acorazado, la Policía consiguió rescatar con vida a 30 personas del local, que recibieron inmediatamente atención médica in situ.

Al poco de terminar el incidente, la Policía realizó una "detonación controlada" del artefacto que portaba el sospechoso, sin dar más detalles.