Hace 56 años en nuestro país, la indignación por el brutal asesinato de tres mujeres líderes políticas dio pie a un movimiento mundial contra la violencia que mutila y extingue las vidas de las todas.
El grito de ¡BASTA! Cimbró al mundo, el epicentro, fue nuestra isla, nuestra fuerza vital por la libertad y la dignidad.
Nuestra fuerza se expandió por todo el mundo: gobiernos, y sociedades multiculturales tuvieron que escucharnos ¡La vida y la integridad de las mujeres es profundamente valiosa y debe ser protegida!
Desde 1960 hasta el día de hoy muchas cosas han cambiado, también cambiaron las formas de violencia hacia las mujeres, se volvieron más perversas, sutiles pero siguieron siendo asesinas.
Quisiéramos conmemorar este día celebrando que más niñas van a la escuela y viven sanas y felices; quisiéramos que las jóvenes decidieran sobre su cuerpo y su futuro, y que las ancianas contaran con todas las condiciones para disfrutar de sus años en paz y prosperidad.
Sin embargo, recibimos este 25 de noviembre indignadas y llenas de rabia por los 72 feminicidios reconocidos por la Procuraduría General de la República, por los 67 homicidios de mujeres; por la falta de mecanismos legales que permitan que todas las mujeres muertas asesinadas y sus familias accedan a la verdad y a justicia.
No toleramos más la cultura de violación de la que somos víctimas a diario mientras nos trasladamos. En lo que va del año se han reportado 5148 delitos sexuales, se han denunciado 843 violaciones sexuales y 42799 casos de violencia intra-familiar; pero sabemos que son millones las que viven la violencia en el silencio y en el aislamiento; las que bajo amenazas tienen que soportar toda clase de vejaciones, y todo esto sucede ante nuestros ojos, ante los ojos de toda la sociedad dominicana, ¿cómo es esto posible? ¿vamos a seguir siendo cómplices de estos crímenes? ¡No! ¡Nunca Más! ¡Ni una Más!
Exigimos al Estado Dominicano y a todas sus instituciones que de manera inmediata establezca medidas especiales para detener esta emergencia nacional, que asigne todos los recursos que sean necesarios para que cada mujer en este país viva, viva libre, viva sana, viva con dignidad y alegría.
Demandamos a la sociedad dominicana a poner alto a todas las formas de violencia que ejercemos, permitimos y reproducimos
Nunca más una niña obligada a casarse con su violador
Nunca más una mujer trans asesinada
Nunca más una mujer muerta por violencia obstétrica
Nunca más una mujer acosada, celada y asilada
Nunca más una mujer a la que se le nieguen sus derechos por su origen
Nunca más una mujer al servicio de la industria del turismo sexual
Nunca más una mujer que vive en la miseria
Nunca más una lesbiana o bisexual acosada o violada por sus elecciones
Nunca más una muerta por aborto clandestino
La paciencia se nos ha terminado, pero no las ganas de seguir luchando. Queremos resultados, los exigimos sin demora.
La República Dominicana fue el inicio de esta lucha, y tendrá que dar ejemplo del más alto compromiso político con nuestra causa.
Colectiva Mujer y Salud.