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El Relator para la Libertad de Expresión de la Organización de Naciones Unidas (ONU), David Kaye, junto a su par en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de Estados Americanos (OEA), Edison Lanza, manifestaron su preocupación ante la propuesta de la Comisión Federal de Comunicación (FCC) para desmantelar la normativa de neutralidad de red sancionada en 2015, durante la presidencia de Barak Obama.

“Expresamos nuestra seria preocupación por los cambios propuestos, que podrían significar una reversión en la protección de la neutralidad de red y la interferencia indebida con la libertad de expresión en línea en Estados Unidos. Instamos a la Comisión a adoptar los pasos necesarios para realizar una revisión comprensiva de sus propuesta de regulación y asegurar su cumplimiento con la aplicación de estándares internacionales”, señalaron los Relatores en la nota remitida a la FCC.

Los Relatores de ONU y CIDH expresaron su recelo en relación al posible revocación o debilitamiento de las reglas que impiden el bloqueo, reducción y priorización paga de tráfico. “Estos esquemas efectivamente otorgan tratamiento preferencial a servicios que gozan de acuerdos comerciales u otros vínculos con el proveedor de banda ancha o garantizan acceso más rápido al mejor postor”, expresa la nota. Además allí señalan que la jerarquización de datos puede detener la innovación de proveedores- en la medida que aquellos que no estén afiliados al proveedor de banda ancha serían forzados a incurrir en mayores costos para obtener acceso a la red- así como entre startups o pequeños proveedores.

Otra de las preocupaciones expresadas por los Relatores fue el posible cambio en los estándares de conducta que refiere a la prohibición del proveedor de interferir en el acceso y la potestad de la Comisión para monitorear dicha conducta y hacerla cumplir. En este sentido, en la nota señalan que “el estándar de conducta de Internet en su forma actual provee a la Comisión la discreción de monitorear- y si es necesario regular- interferencias en la neutralidad de red que indebidamente impidan el derecho de buscar, recibir e brindar información en línea. Nos preocupa que la eliminación de dicha discreción remueva la supervisión regulatoria en un ambiente digital rápidamente cambiante donde la banda ancha y los proveedores continúan experimentando y desarrollando nuevos métodos de gestionar y cobrar por el acceso al tráfico de Internet y del contenido”.

Dentro de los estándares de conducta, los Relatores se refirieron en particular a la práctica de “zero rating” (no cobrar por el uso de datos de ciertas aplicaciones). “Es un desarrollo que la Comisión debería continuar monitoreando de cerca…los programas de zero rating no deberían reemplazar a las políticas públicas que busquen tender un puente para achicar la brecha digital”.

Por último, los Relatores indicaron las implicancias que el retratamiento de la regla de neutralidad de red podría generar para la transparencia, es decir, la obligación de los proveedores de brindar información a los consumidores sobre sus prácticas de gestión, términos comerciales, límite de datos, precios, entre otros. “Nos preocupa que el debilitamiento de los requisitos actuales perjudique el acceso público a la información sobre las prácticas de gestión de red de los proveedores de banda ancha y los términos comerciales de servicio… que son fundamentales para el derecho público de recibir información”, concluye la nota.