Santiago vive un momento electoral interesante. Dentro de nueve días al santiaguero le toca escoger --además del presidente de la República--, al senador del periodo 2020-2024. La decisión será uno de dos, Julio César Valentín o Eduardo Estrella. Ambos acumulan méritos políticos sobrados.
Para comprender el significado del coronavirus, tenemos que encuadrarlo en su debido contexto, no verlo aisladamente bajo la perspectiva de la ciencia y de la técnica siempre necesarias. El coronavirus viene da la naturaleza, contra la cual los seres humanos, particularmente a través del capitalismo global desde hace siglos, lleva a cabo una guerra sistemática contra esta naturaleza y contra la Tierra.
Declaraciones del Ministro de Salud Pública aumentan la percepción de que están manipulando las estadísticas relativas al Covid-19 en el país, con fines electorales, tras una semana que registra un incremento del 69% en el promedio diario de fallecidos
Decir que Jesús habla al mundo es llamar la atención con el propósito de ayudar a comprender palabras y enseñanzas llenas de sentido, adquirir instrucción, prudencia, justicia, rectitud, sensibilidad humana, equilibrio emocional y ser más sabios; pues, “la sabiduría comienza por honrar a Dios”. (Proverbios 1:7).
Mi generación sobrevivió, hasta ahora, a epidemias y pandemias. Cólera, hepatitis, SIDA, H1N1, COVID-19 y paro de contar. Pero hubo una epidemia en mi niñez que, aunque no mata como las citadas, me enseñó para siempre la prudencia del aislamiento social y la precaución del distanciamiento físico: los piojos.
El peso de la historia se está sintiendo en Estados Unidos, donde masivas manifestaciones de protesta están haciéndole frente al duradero impacto del racismo sistémico.
En estos días la mente se nos va pensando un montón de cosas, preocupándonos y ocupándonos, entendiendo y calmando ansiedades, elaborando ideas. El pasado 15 de mayo, para mi paz mental y espiritual, miré datos, escuché testimonios y desembarqué mis cavilaciones en este escrito.
La gran mayoría está cumpliendo las recomendaciones oficiales acerca de las reuniones sociales, evitando así la difusión de la Covid-19. Se puede hacer muchas cosas en este recogimiento forzado: una revisión de vida; pensar qué lecciones sacar para el futuro, cómo cambiar para mejor; ver una película, etc.
Se necesita una renovación a todos los niveles sociales del pueblo y para esto hay que esforzarse, luchar y mantener disciplina en todos los ámbitos y niveles del conglomerado nacional.
Recientemente se realizó una manifestación de un grupo de personas y movimientos a favor de los derechos humanos en solidaridad con las manifestaciones de protestas que se han realizado en muchos países contra el asesinato de George Floyd a manos de policías en Estados Unidos y contra el racismo.
“La eliminación de la pobreza no es un gesto de caridad. Es un acto de justicia. Es la protección de un derecho humano fundamental, el derecho a la dignidad y a una vida decente”, afirmó alguna vez Nelson Mandela, quizá el máximo abanderado de la lucha del género humano por la libertad, la igualdad y las garantías fundamentales en general.
Siempre me he preguntado, ¿Por qué hay discrepancias, conflictos y guerras continuamente en el mundo? He llegado a saber sin comprender, que hay siempre, desde el comienzo de la misma existencia, discordias, luchas por el poder y conflagraciones en el mundo, en el cosmos creado y sostenido por Dios a quien consideramos omnipotente y todopoderoso. Esto parece insólito e increíble, pero es una realidad.
Todos nos sentimos perdidos: investigadores, médicos y médicas, epidemiólogos, biólogos y todos los saberes que tenemos, ninguno conocemos el coronavirus, ni sabemos cómo hacerle frente eficazmente con una vacuna. Ojalá no sea lo que algunos biólogos temen desde hace mucho: el NBO (Next Big One), “el gordo”, el virus que hará desaparecer a la especie humana.











