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El 23 de julio se conmemora el Día Mundial de las Ballenas y los Delfines, una fecha establecida en 1986 por la Comisión Ballenera Internacional (CBI) con el propósito de detener la caza indiscriminada de estos mamíferos marinos en peligro de extinción y fomentar su conservación.
Los resultados del estudio subrayan la necesidad de mantener un monitoreo constante y fortalecer la cooperación institucional para preservar los bienes y servicios que estos ecosistemas proveen, como la seguridad alimentaria, el turismo y la resiliencia costera.
La sequía se infiltra, agota los recursos y devasta vidas a cámara lenta, alerta un nuevo informe de la convención contra la desertificación, que advierte del impacto económico y la devastación de ese fenómeno cada vez más frecuente y duradero a causa del cambio climático.
Junio de 2025 fue el tercer mes más caluroso en casi un siglo. Sólo en la última semana se han producido 69 muertes en exceso posiblemente relacionadas con las temperaturas extremas; los registros diurnos y nocturnos tienen un impacto directo en la salud pública.
El calor extremo que asola a Europa, un fenómeno cada vez más frecuente. Países como España, Portugal, Italia y Grecia enfrentan temperaturas extremas.
El responsable en la ONU de velar por las garantías fundamentales afirma que los impactos devastadores del cambio climático como olas de calor, inundaciones o sequías, afectan los derechos a la vida, la salud y un medio ambiente limpio y sostenible. También insta a la acción urgente a construir economías basadas en los derechos humanos.
El océano nos ha dado mucho, es hora de que le devolvamos el favor. Nuestra salud, nuestro clima y nuestro futuro dependen de ello, dice el titular de la ONU, llamando a “no permitir que la avaricia dicte el destino de nuestro planeta”.
Las algas pueden ayudar a alimentar el planeta, limpiar el aire y transformar las economías costeras Mientras que la agricultura contribuye a una cuarta parte de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, el cultivo de algas no requiere tierra, fertilizantes ni agua dulce.
La salud de los océanos es inseparable de la estabilidad climática, la seguridad alimentaria y la equidad mundial. Estos están absorbiendo el 90% del exceso de calor procedente de las emisiones de gases de efecto invernadero y están cediendo bajo la presión de la sobrepesca, el aumento de las temperaturas, la contaminación por plásticos y la acidificación.
La Red Socioambiental Nacional alerta a la ciudadanía sobre la posible dejar en manos del sector privado el agua .
Europa se está calentando más rápido, y el impacto en la salud de las personas es cada vez más grave. Con casi la mitad de la humanidad viviendo ya en zonas altamente susceptibles al cambio climático, un tercio de las muertes mundiales relacionadas con el calor se producen en la región europea.
Según el informe, se prevé que la temperatura media global anual cercana a la superficie terrestre entre 2025 y 2029 sea entre 1,2 °C y 1,9 °C superior al promedio del período preindustrial (1850-1900).
Con un millón de especies en peligro de extinción, el titular de la ONU advierte que ningún país, “por rico o poderoso que sea”, puede hacer frente a la crisis de forma aislada, ni prosperar sin la riqueza ecológica que define la vida en la Tierra.














