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Noticias | Por Redacción Espacinsular

 Santo Domingo, RD.-  En el marco de la visita que hace a la República Dominicana el Secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio,  la Fundación Zile ha emitido un comunicado la noche de este miércoles  donde fija posición sobre las deportaciones que se hacen de haitianos y dominicanos del país del norte

Comunicado completo

La Fundación Zile expresa su profunda preocupación por el impacto de las recientes deportaciones masivas desde los Estados Unidos hacia Haití y la República Dominicana. Desde octubre del año pasado, Haití ha estado recibiendo semanalmente más de 10,000 repatriados desde la República Dominicana. Las recientes medidas adoptadas por el gobierno estadounidense para intensificar estas deportaciones ponen en riesgo la estabilidad social y económica de ambos países que comparten la isla.

La situación en Haití es crítica, con una crisis humanitaria agravada con la violencia caótica de la  acción de bandas armadas que controlan algunos sectores del territorio. Esto ha llevado a diversos organismos de las Naciones Unidas a solicitar a los principales receptores de migrantes haitianos la suspensión de las repatriaciones forzadas. Sin embargo, a pesar de estos llamados, las deportaciones y repatriaciones continúan, generando graves consecuencias en la región.

Principales impactos de las deportaciones

1. Agravamiento de la crisis humanitaria en Haití: La llegada masiva de deportados a un país sin capacidad para recibirlos multiplica la inseguridad alimentaria y la falta de acceso a servicios básicos, exacerbando la situación de vulnerabilidad extrema.

2. Reducción del flujo de remesas: La migración haitiana y dominicana en los Estados Unidos genera más de 15 mil millones de dólares en remesas anuales, incluyendo envíos informales. Con el retorno forzado de miles de migrantes, este importante soporte económico se reduce, afectando a la economía de la isla.

3. Incremento de la inestabilidad en la isla: La incapacidad de Haití para reintegrar a los deportados fortalece el círculo vicioso de inseguridad y pobreza, aumentando el riesgo de una mayor presión migratoria sobre la República Dominicana.

4. Tensión en las relaciones bilaterales: La constante llegada de deportados desde los Estados Unidos y la República Dominicana genera fricciones entre ambos países, dificultando el reinicio del diálogo bilateral para una necesaria cooperación.

5. Falta de alternativas viables para los repatriados: Sin mecanismos de integración, los repatriados quedan en una situación de vulnerabilidad extrema, lo que fomenta la migración irregular, la explotación por parte de redes de trata de personas y la posibilidad de reclutamiento por las bandas armadas haitianas.

Propuestas de soluciones a través de un diálogo tripartito

Considerando el caso particular de esta isla compartida por dos países con una relación delicada, la Fundación Zile exhorta a la administración estadounidense a reconsiderar las políticas de repatriación y a promover un enfoque trilateral mediante el diálogo entre los Estados Unidos, Haití y la República Dominicana. Entre las posibles acciones sugerimos:

1. Programa piloto de reinserción de repatriados: Implementación de un plan de dos años con financiamiento estadounidense urgente para la creación de zonas francas en la frontera, con el fin de ofrecer empleo a los deportados y garantizar su estabilidad económica.

2. Programas de regularización migratoria en los Estados Unidos y la República Dominicana para aquellos haitianos con raíces familiares y laborales o que tengan al menos tres años de residencia. También para los dominicanos indocumentados en Puerto Rico y otros Estados de la unión.

3. Fortalecimiento de la cooperación internacional para apoyar la estabilidad en Haití y evitar que las deportaciones agraven la crisis.

4. Creación de corredores humanitarios que permitan a los deportados acceder a servicios básicos y oportunidades de empleo en Haití o en terceros países.

5. Diálogo intergubernamental que involucre a organismos internacionales como la OEA y la ONU para diseñar estrategias de desarrollo en Haití y reducir la presión migratoria, particularmente sobre la República Dominicana.

6. Vigilancia de los derechos humanos para asegurar que las deportaciones y repatriaciones se implementen en estricto apego a las normas internacionales y el respeto de la dignidad humana.

Llamado a una acción internacional efectiva

Llama la atención que, en el marco de su visita a la región, el Secretario de Estado Marco Rubio no haya considerado oportuno visitar Haití. Esto es especialmente relevante en un momento en el que el gobierno estadounidense ha congelado los fondos destinados a la misión internacional de seguridad liderada por Kenia, ha cerrado programas de ayuda de USAID y, coincidentemente, con la llegada de soldados salvadoreños al país.

La situación actual en Haití requiere, además de los esfuerzos y compromiso de los dirigentes locales, de una acción inmediata y coordinada, no solo por parte de los países vecinos sino también de la comunidad internacional, como lo ha solicitado la República Dominicana en reiteradas ocasiones. Exhortamos a los Estados Unidos, país que mantiene relaciones históricas con Haití y la República Dominicana, a usar su liderazgo para promover soluciones sostenibles que reduzcan los flujos migratorios insulares hacia su territorio, mientras adopta medidas contundentes para combatir desde sus costas el tráfico de armas y municiones que afecta la estabilidad insular.

Sobre la Fundación Zile 

Creada en Santo Domingo en mayo de 2005, la Fundación Zile es una organización sin fines de lucro dedicada a promover la cooperación y el entendimiento entre Haití y República Dominicana. Integrada por haitianos y dominicanos, la organización trabaja incansablemente para construir puentes de diálogo y colaboración entre los dos pueblos con el objetivo de fortalecer la paz y la cohesión social en la isla. Su Consejo directivo está copresidido por el Obispo anglicano Oge Beauvoir (Haití) y el sacerdote católico Julín Acosta (RD)