El nuevo Gobierno griego "muestra una gran disposición a cooperar", pero el BCE y Angela Merkel le responden "con una arrogancia dogmática que no se corresponde con los valores europeos" y que le puede costar caro a toda Europa, opina el eurodiputado y secretario general de Podemos, Pablo Iglesias.
En un artículo de opinión para el diario 'The Guardian', el político español acusa al Banco Central Europeo de responder de una manera "arrogante" e "incoherente" al deseo del Gobierno griego de ser "conciliador y responsable".
El líder de Podemos destaca los pasos que está dando el Gobierno de Syriza para lograr una solución a la crisis: ha solicitado un acuerdo puente que daría a ambas partes tiempo hasta junio "para lidiar con lo que es poco menos que una emergencia nacional para la mayoría de la población griega"; ha propuesto vincular el pago de la deuda al crecimiento, y ha expresado su intención de implementar las reformas estructurales necesarias para "fortalecer un país empobrecido, que fue dejado demasiado tiempo en manos de élites corruptas".
Sin embargo, "en vez de reconocer que Grecia merece al menos el mismo trato que cualquier otro Estado miembro de la UE, el BCE ha decidido matar al mensajero", lamenta Iglesias, calificando esta actitud de "excesos de arrogancia y miopía política de alto coste".
"Los nuevos déspotas que están tratando de convencernos de que el problema de Europa es Grecia están poniendo el propio proyecto europeo en riesgo", explica en las páginas del rotativo británico.
De acuerdo con el político español, el problema de Europa "no es que los griegos votaran por una opción diferente de la que les llevó al desastre", sino "la desigualdad, el desempleo y la deuda".
"Nadie puede negar que la austeridad no ha solucionado este problema, sino que más bien ha exacerbado la crisis. Permítanme deletrearlo: los dictados de los que aún parecen mandar en Europa han fracasado, y las víctimas de esta ineficiencia e irresponsabilidad son los ciudadanos de Europa", escribe el eurodiputado.
"¿Quién pagará por su arrogancia?", se pregunta Iglesias. "Los cínicos más miopes tal vez piensan que esto es un problema del Gobierno griego y que no afecta al resto de la familia europea", remata el líder de la emergente formación política española.
"No es aconsejable poner un gobierno democrático entre la espada y la pared. Los vientos de cambio que están soplando en Europa podrían convertirse en una tormenta que acelerara cambios geopolíticos con consecuencias imprevisibles", asevera el líder de Podemos.
"La viabilidad del proyecto europeo está en juego. Los proeuropeos, sobre todo los de la familia socialista, deben aceptar la mano tendida por Tsipras y ayudar a parar las demandas del lobby proausteridad. No es solo su propia supervivencia política la que está en juego sino la de la propia Europa", concluye el político.