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 El colectivo CiGua, conformado por comunitarios/as y organizaciones de los barrios La Ciénaga y Los Guandules, desmintió este jueves los pronunciamientos de La Unidad Ejecutora para la Readecuación de la Barquita y Entornos (URBE) y el presidente Danilo Medina en su discurso de rendición de cuentas, sobre el proyecto Nuevo Domingo Savio.

Ante la afirmación de URBE de haber pagado hasta mediados de febrero “más de 570 millones de pesos por concepto de indemnización a las familias que han sido desalojadas de La Ciénaga y Los Guandules”, los/as comunitarios/as manifiestan su desacuerdo, alegando que es poco dinero para expulsar sin destino certero a más de 1500 familias y cerca de 120 negocios. Se cuestionan la posibilidad de reconstruir un negocio con arraigo en una zona en otro lugar incierto con la suma de 250 mil pesos. ¿Es posible que una familia pueda reconstruir con 300 mil pesos una vida que podía tener desde 10 hasta 40 años de historia en el barrio? 

Según los/as comunitarios/as, la URBE sostiene que dejó familias sin indemnizar porque construyeron después de que se hizo el levantamiento o porque lo hicieron en áreas verdes, pero que se han dado casos en que personas censadas por URBE, no fueron indemnizadas, incluso personas que no se les pagó después de haber firmado en las mismas oficinas de dicha unidad.

Juan Pablo Hiciano, presidente de la Asociación de Comerciantes de La Ciénaga, expresó que ante la negativa de muchos comerciantes de firmar para su desalojo, URBE fue desalojando a las familias circundantes, de manera que los negocios fueron quedando aislados, viéndose forzados a cerrar por falta de clientes, pero nunca por propia iniciativa o deseo.

En el discurso de rendición de cuentas del pasado 27 de febrero, el Presidente Danilo Medina osó equiparar el proceso llevado a cabo en Domingo Savio con el de La Barquita, cuando es bien conocido que el Nuevo Domingo Savio contempla sólo construcción de infraestructura. Los/as comunitarios/as manifestaron que mintió al hablar de “proyectos habitacionales completos, con todos los servicios e infraestructuras, entregados gratuitamente” en La Ciénaga y Los Guandules.

Dijeron que “en La Nueva Barquita se pensó en una solución integral para todas las familias, mientras que en Nuevo Domingo Savio las familias desalojadas quedan fuera de los beneficios del proyecto, solo se les ofrece el acarreo hasta el lugar que ellas mismas han tenido que buscar”. Asimismo, alegaron que en el primero se hizo un proceso con la comunidad desde el inicio al final del proyecto, pero, en Nuevo Domingo Savio se abandonó la comunicación con la comunidad apenas comenzó el proceso

“En La Nueva Barquita cada familia cuenta con una vivienda, mientras que el Nuevo Domingo Savio, las familias desalojadas quedan en peores condiciones, pues quedan arrimadas en casa de algún familiar, o alquilan más caro en otra zona, sin tener los recursos suficientes a largo plazo, ya que el cheque que reciben no permite la compra o construcción de una vivienda digna”, sostuvieron.

En la  rueda de prensa realizada en La Ciénaga, los residentes denunciaron la violación de sus derechos durante el proceso, y exigieron al presidente reanudar los diálogos Comunidad-URBE, para que el proyecto sea motivo de satisfacción tanto para el gobierno como para la comunidad afectada.