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Economía |

Los empresarios de Herrera cuestionaron ayer el actual modelo económico que afirman no contribuyen al desarrollo sostenido debido a que se sostenido en una economía de servicios.

 

 Antonio Taveras Guzmán,   presidente de la  Asociación de Empresas Industriales de Herrera y de la Provincia de Santo Domingo,       empero lamentó que el modelo vigente de economía de servicios provoca que decaiga el aporte del sector manufactura al producto interno bruto debido, entre otras trabas, a un suministro de electricidad deficiente y costoso y un sistema tributario al cual calificó de casi enemigo de los empresarios.

“Los empresarios dominicanos que procesan materia prima son héroes y heroínas que muchas veces tienen que cerrar su producción local para importar lo que producían desde países más desarrollados, a menor costo que los elaborados en el país”, contrastó.

Ilustró que cuando una industria de doscientos empleados cierra por ejemplo su área de producción para importar el bien de que se trata necesitará para gestionarlo tres a cinco empleados en una oficina,pero los otros ciento noventa empleados quedarán en las calles.

“Es por esa razón que los países como el nuestro no deben dejar de producir sino que las políticas públicas incentiven a la industria nacional, sin privilegios, con la Constitución que establece que corresponde al Estado garantizar una serie de servicios que ayudan a los industriales a producir a más bajo costo, con mayor calidad y generando empleos”, comentó.

Taveras Guzmán reconoció que sólo así habrá un impacto económico positivo, por cuanto la estructura de la economía dominicana se apoya en 95% en pequeñas, medianas y micro empresas, y de estas últimas el 55% son familiares, con cuatro a quince empleados.

El presidente de los empresarios industriales de Herrera y la provincia de Santo Domingo dijo que otras trabas son la financiación, la relativa formación gerencial baja, la necesaria formación de recursos humanos, y los monopolios que impiden el salto de una micro a una pequeña y de una pequeña a una mediana empresa por efecto de una competencia expresada en el monopolio.

Sobre las coyunturales restricciones haitianas a las importaciones dominicanas sugirió que el gobierno y los industriales recurran a abrir nichos en un mercado de más de mil consumidores abarcados por el tratado de libre comercio

            “El problema comercial bilateral haitiano-dominicano necesita de una solución,ya que no se puede seguir  dependiendo de este rejuego permanente, en que uno de losinteresados manda a paralizar el comercio”, sentenció.