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El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) subrayó hoy la importancia del trabajo equitativo y decente, como un elemento esencial para el progreso de las personas.

El informe “El Trabajo al Servicio del Desarrollo Humano” considera que esa actividad es algo más que el empleo y que abarca también actividades como la labor de cuidados no remunerada, el trabajo voluntario y el trabajo creativo.

El texto indica que en los últimos 25 años, 2.000 millones de personas han salido del nivel de desarrollo humano más bajo, y que ahora es necesario centrar la atención en el trabajo decente para impulsar el progreso.

Añade que el rápido progreso tecnológico, el avance de la globalización, el envejecimiento de las sociedades y los desafíos ambientales están transformando rápidamente el significado actual y la forma del trabajo, y considera que en este nuevo escenario el trabajo ofrece oportunidades magníficas para algunos, pero también plantea enormes desafíos para otros. 

George Gray Molina, economista en jefe del PNUD para América Latina y el Caribe, habló a Radio ONU sobre la ubicación de la región en la lista sobre ese índice de desarrollo, que este año vuelve a ser encabezada por Noruega.

“América Latina y el Caribe ven cambios y progresos en los últimos años. Este año Argentina, Chile, Uruguay, Barbados y Bahamas son los cinco mejores de nuestro continente. Hemos visto cambios interesantes en temas no solo de ingreso, sino también de longevidad, y un poco de mejoría en educación y expectativa de educación entre los mejores países de la región en el ranking”, explicó.

Gray Molina añadió que en los países de renta media-alta, como los latinoamericanos, se observa que los logros se van reduciendo en el tiempo y no se ven los grandes saltos que se veían hace diez o quince años.

El Informe de este año insta a los gobiernos a que actúen sin demora para que nadie se quede atrás en un mundo del trabajo en rápida evolución. 

El Índice de Desarrollo Humano (IDH) está compuesto por tres indicadores principales: la esperanza de vida al nacer, la capacidad de adquirir conocimientos, que se mide por los años de escolaridad, y la capacidad de lograr un nivel de vida digno, que se mide por el ingreso nacional bruto per cápita.