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Negados, apelan a hablar de errores y hacen acusaciones tan simpáticas que sólo buscan el descrédito. Perplejos, son incapaces de leer lo que hay detrás de los números de la última encuesta Gallup-Hoy: la gente está harta de los mismos políticos de siempre, esos que se han pasado la vida haciendo de este patio un verdadero estercolero.
La historia dominicana muestra una fuerte adicción reeleccionista, y no proviene fundamentalmente del pueblo, aunque ahora muchos la deseen según indican las encuestas, sino de los dirigentes y activistas políticos.
Cubiertos por la sombra de la indiferencia cómplice de las máximas autoridades y de algunos sectores políticos e intelectuales, en plazas públicas, en pasquines difamatorios impresos, en las redes sociales, en programas radiales y televisivos en artículos de prensa escritos por altos dirigentes políticos y uno que otro intelectual, se incita al linchamiento moral y físico contra quienes defendemos el derecho a la nacionalidad dominicana de decenas de miles de dominicanos de origen haitiano, que por ley les corresponde.
Más que por temor a perder la vida, la denuncia de cuatro periodistas sobre incitaciones a matarlos, expresadas en plazas públicas y por medios de comunicación, es una apelación al Gobierno y a los sectores responsables para concertar un esfuerzo que detenga la siembra de odios y estigmatizaciones que podría generar una gran tragedia.
“Si alguien quiere saber cuál es mi patria, no la busque, no pregunte por ella”. (Pedro Mir).Este inicio del maravilloso poema de Don Pedro Mir, nuestro poeta nacional, nos llama a buscar la patria. ¿Dónde está la patria?
El amplio espectro de la oposición tiene ante sí el ineludible desafío de definir cómo y a quién y quienes escoger para encabezar un proyecto de poder y de sociedad alternativo. Son conscientes de que sola, ninguna de sus componentes podrá vencer al PLD, pero los resultados de los esfuerzos que hacen algunos de ellos para salir de la fragmentación y de los significativos desencuentros en que se encuentran han sido exiguos.
Por Marien Aristy Capitan.
Grave, la denuncia ha traído consigo las más variadas reacciones. La mayoría, como debía ser, han sido muestras de apoyo y solidaridad. Otras, sin embargo, han mostrado la peor cara del fanatismo, ese que por demás ha provocado las amenazas que están contenidas en la acusación.
En la democracia es esencial hacer valer los procesos institucionales sobre los designios de las personas, aun aquellas con gran carisma y capacidad de generar adhesiones políticas. En los partidos, una expresión manifiesta de la institucionalidad es la capacidad de crear adhesión a la organización por encima de sus líderes.
En tres entregas de artículos para los sábados subsiguientes presentamos algunas reflexiones extraídas de un acápite del estudio sobre Cohesión Social que realicé para la Oficina de Desarrollo Humano/PNUD en el 2008 y que fue publicado en el tercer volumen del Estudio “Políticas Sociales, Capacidades y Derechos” (2010) por esa institución y la MEEPYD.
La única certeza que deja la más reciente encuesta Gallup-Hoy es que si las elecciones fueran hoy y Danilo Medina fuera candidato, no habría que celebrar elecciones presidenciales. Ganaría por aclamación.
Todos los viajes tienen un fin, el regreso siempre es complicado, se mezclan alegría y nostalgia, surgen las dudas y las interrogantes. Ese viaje me deja perpleja, es difícil aceptar la situación política de ese país pensando en su pasado tan glorioso.
Decir que “la sombra de la cruz pende sobre el país”, no es necesariamente una predicción que implica presagio de ‘mal agüero’. No, es para expresar que hay un cuadro que virtualmente señala las tendencias favorables y positivas del presente y el futuro; pero al mismo tiempo, puntualiza vaticinios de adversidades y desgracias.
La alarma se disparó esta semana cuando se conoció el último informe de la prestigiosa Comisión Económica para América Latina (CEPAL) que deja al país con la mayor tasa regional de indigencia (20 por ciento) y 41 por ciento en la pobreza, pese a figurar entre los de más alto crecimiento económico de las últimas décadas.