En los extremos de la fatídica estadística, Yulissa Contreras Feliz, de solo dos años, violada y estrangulada, y Miledy Cruz Ramírez, de 63 años, muerta a puñaladas. La media de edad, 25 años. Mujeres llenas de vida y de sueños. Radiantes, pese a la violencia que marcaba sus vidas.