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Demanda vistas públicas con el Código Penal y las tres causales
Los ojos de Sultana Khaya no son exactamente iguales. Uno de ellos es artificial. En 2007, mientras participaba de una manifestación de protesta pacífica junto a otros estudiantes, un agente de policía marroquí le clavó su porra en la cavidad ocular y después le arrancó el ojo con la mano.
Sigo con atención los análisis económicos que se realizan en Brasil y en todo el mundo. Con raras y buenas excepciones, la gran mayoría de los analistas son rehenes del pensamiento único neoliberal mundializado. Es raro que hagan una autocrítica que rompa la lógica del sistema productivista, consumista, individualista y anti-ecológico.
Fidel ha muerto, pero es inmortal. Pocos hombres conocieron la gloria de entrar vivos en la leyenda y en la historia. Fidel es uno de ellos. Perteneció a esa generación de insurgentes míticos –Nelson Mandela, Patrice Lumumba, Amilcar Cabral, Che Guevara, Camilo Torres, Turcios Lima, Ahmed Ben Barka – que, persiguiendo un ideal de justicia, se lanzaron, en los años 50, a la acción política con la ambición y la esperanza de cambiar un mundo de desigualdades y de discriminaciones, marcado por el comienzo de la guerra fría entre la Unión Soviética y Estados Unidos.
El Banco Central acaba de publicar la nueva Encuesta Nacional Continua de Fuerza de Trabajo (ENCFT), un gran esfuerzo que celebramos porque se aprecian avances conceptuales importantes.
Quedé impactado el martes 15 cuando leí en la página 12-A de HOY que el presidente de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) propone la eliminación de la tanda nocturna de la educación media, por la inseguridad que afecta a estudiantes y docentes, incluida la venta de drogas en los perímetros de esos centros educativos.
El candidato presidencial del partido republicano, Donald Trump, saltó a la presidencia de los Estados Unidos, tras vencer a Hillary Clinton, candidata por los demócratas. La victoria se produce luego de que el Magnate superara voto a voto a su contrincante en los estados claves de Carolina del Norte, Florida, Iowa y Ohio. Desde entonces los líos no paran.
En todo el mundo se están haciendo los análisis más dispares sobre el significado de la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, con los más diversos titulares. El más significativo para mí ha sido el del senador chileno Alejandro Navarro: «El triunfo de Donald Trump es un castigo a los gobiernos del establishment ».
Este domingo la Iglesia Episcopal de Nuestro Salvador en Hillandale, Silver Spring (Maryland) fue víctima de un acto de vandalismo inspirado por el racismo. La pancarta que anuncia la misa en español y el muro del jardín recordatorio de la iglesia fueron vandalizados con el mensaje: “Trump Nation. Whites Only” (“Nación de Trump. Sólo para Gente Blanca”).
Les pido excusa a mis lectores no economistas por esta digresión teórica, pero me molesta y no estoy de acuerdo en que la economía opera en la “frontera del conocimiento” como si se tratara de una ciencia natural y no de una ciencia social donde hay intereses, instituciones, historia, poder y políticas económicas, interactuando para determinar una realidad compleja en constante movimiento, cuya trayectoria no es siempre la misma y difiere en lugares diversos así como el impacto de las acciones y situaciones no repercute igual en todos los lugares.
Entidades de la sociedad civil han advertido sobre el peligro, la tensión y las consecuencias para el sistema democrático y político de la República Dominicana que no se escoja una Junta Central Electoral, confiable y de modo transparente.
Además de todas las explicaciones hasta ahora esgrimidas por expertos analistas políticos en torno a la victoria de Donad Trump, cabria valorar dos hechos ante los cuales el sistema norteamericano da un tratamiento con aparente seriedad: La marca USA no juega con sus chelitos, y el ideal de sueño americano que históricamente han intentado vender no se "negocia".
Hoy, tal parece que la dictadura tiene otro tinte. El pueblo haitiano esta ante la desesperanza de verse y sentir un Haití en el que todavía persiste la hegemonía de una clase política sanguinaria, que ha sustituido la represión de la época de los ton ton makut, por la explotación, el caos, inseguridad alimentaria y la inseguridad ciudadana.
La compleja democracia americana es indirecta. El martes, los ciudadanos no votarán exactamente a la primera mujer nominada por uno de los grandes partidos o a un promotor inmobiliario convertido en estrella televisiva.